El PP paraliza la privatización de los puertos de Baleares para evitar protestas
El Gobierno de Bauzá rectifica tras la caída de 16,2 puntos en las elecciones europeas
Política de rectificación, ante el espejo de las urnas. Para evitar acciones que generan rechazo y protestas, el Partido Popular de Baleares, tras la caída de 16,2 puntos en las elecciones europeas, ha adoptado la primera gran rectificación pública. El Gobierno balear ha desactivado el proceso de privatización de la explotación de los puertos autonómicos.
Hasta trece ensenadas y marinas que tienen usuarios de clase media y navegantes de pequeñas embarcaciones populares estaban en vías de adjudicación a empresas privadas. La gestión de las instalaciones estaba, en el pasado, en manos de la Administración regional por traspaso del Estado.
La decisión del Gobierno de José Ramón Bauzá pretende desactivar el malestar entre sectores de miles de usuarios. Bauzá, tras las elecciones del 25 M, sostiene que su partido y el Gobierno deben recuperar el respaldo de sectores afines, que suponen que "están" en la abstención.
La congelación de la privatización sale al paso de la inquietud y malestar entre una parte de la población que amarra y resguarda sus pequeñas barcas en estos puertos que no son del Estado. La dispersión geográfica de las instalaciones y de los afectados multiplica la posibilidad de impacto de la respuesta a las medidas políticas.
La explotación comercial de miles de puestos de amarres y servicios desencadenaría previsiblemente alza de precios. Además existen dudas sobre el uso tradicional de muelles, barras y pantalanes. En los muelles hay actividad de recreo, comercial y pesquera.
Una buena parte de usuarios de las más de 30.000 barcas pequeñas y medianas en Baleares, amarra en zonas públicas, gracias a una autorización oficial y una tasa casi que fue simbólica y en los últimos tiempos había subido de precio. Otros navegantes, los de barcas grandes y de lujo, atracan en clubes náuticos privados de amarres con cuotas o precios de compra muy altos.
El primer puerto autonómico privatizado, el Calanova de la bahía de Palma, ha quedado sin gran parte de sus usuarios por el disparo de precios y tarifas por parte de la nueva empresa explotadora. Calanova es emblemático, está al lado de Marivent y alberga la escuela donde el Príncipe Felipe, sus hermanas y sus hijos, aprendieron a navegar a vela.
El Gobierno Bauzá, echa el freno de manera imprevista ya que lanzó el plan de gestión privada mientras se debate en el Parlamento la nueva ley autonómica de Puertos de Baleares. Ahora anuncia que el 30 de junio congelará el proceso. El Gobierno afirma que ha de evaluar la demanda de amarres, tras "analizar las debilidades, amenazas, fortalezas, oportunidades" de las instalaciones portuarias para definir el plan de necesidades.
El diputado econacionalista del grupo Més, David Abril, denunció el que a un año de las elecciones se procediese, en la primera tanda, a la privatización de los puertos de Cala Bona, Porto Cristo, Colonia de Sant Jordi, Andratx, en Mallorca, Fornells de Menorca, y Sant Antoni de Ibiza. David Abril dijo que se trata de "negocios millonarios" en adjudicaciones de treinta años.
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