Campaña de pesadumbre
Ya pueden caer chuzos de punta, multiplicarse los autos del juez Ruz, que nadie en el Partido Popular se siente interpelado
Titulaba EL PAÍS ayer en primera que "Rajoy y Rubalcaba toman el peso de la campaña en la recta final". Que tomaran significaría que estarían liberando del mismo a los 54 candidatos que cada una de sus respectivas formaciones han enlistado para concurrir a las elecciones al Parlamento Europeo el próximo domingo 25 de mayo. Pero lo de esta campaña sin Europa no es peso, es pesadumbre. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que prometió en su discurso de investidura el 20 de diciembre de 2011 evitar las quejas sobre la herencia recibida, se encamina a su tercer aniversario aferrado al estribillo obsesivo de los malhechores socialistas.
Rajoy se encamina a su tercer aniversario aferrado al estribillo obsesivo de los malhechores socialistas
Ya pueden caer chuzos de punta, multiplicarse los autos del juez Pablo Ruz, acumularse las pruebas de la financiación ilegal del Partido Popular, de los pagos y de los sobresueldos con cargo a la caja b de Bárcenas, que nadie se siente interpelado, ni Rajoy, que recomendaba resistir al Tesorero, ni Cospedal, la de las simulaciones de indemnización en diferido, ni Florianos, ni González Pons, ni Arenas, ni Soraya Sáenz de Santamaría. Sólo se ha oído a Rajoy, allí donde ha comparecido, descalificar al PSOE y exigirle que se regenere, como si las propias filas no necesitaran aplicarse la misma medicina, mientras proclama incesante que el PP es la única garantía de unidad y salvación de España. O sea, "el PP o la nada", en expresión de Cospedal.
Claro que si el actual partido del Gobierno tuviera como única alternativa la nada, también le incumbirían por ello graves responsabilidades. Estaríamos ante "la realidad como resultado", dicho a la manera del profesor Tierno, y además en el comportamiento de la oposición tiene siempre responsabilidades directas el Gobierno de turno por su capacidad de inducción hacia la virtud o la perversión. En cuanto al PSOE, principal partido de la oposición, ni dando caña como muchos le piden ni dando pruebas meritorias de cooperación reflexiva, parecen tener sus penas remedio.
Ni dando caña ni dando pruebas de cooperación reflexiva parecen tener remedio las penas del PSOE
Así quedamos en la confusión de la sopa de letras de las 41 candidaturas presentadas. Suman un total de 2.163 candidatos, dado que las dos últimas sólo proponen 37 y 20 respectivamente. Desconcierta que haya 263 suplentes, pero el punto culminante del Boletín Oficial del Estado es la cita del artículo 222 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral para que los partidos puedan aparecer en determinadas comunidades autónomas bajo denominaciones diferenciadas y para que se "expresen únicamente" los nombres de los candidatos que lleven su aval. De ahí que papeletas con más o menos candidatos sumen por igual a favor de la misma candidatura. Increíble.
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