La indefinición de Quiroga alienta la pugna interna por el ‘número dos’
Álava y Gipuzkoa apuestan por Oyarzábal mientras Bizkaia reclama el puesto
La continuidad o no de Iñaki Oyarzábal en la secretaría general del PP vasco se ha convertido en el principal motivo de tensión interna en el camino hacia el congreso del próximo mes de marzo. “Tensión lógica”, según fuentes de la formación, que insisten en que la presidenta del partido, Arantza Quiroga, sigue sin tener tomada una decisión al respecto y que Oyarzábal parte como favorito para repetir. Esa indefinición en que se mueve Quiroga ha despertado malestar e inquietud en algunos dirigentes de la formación, que esperaban una resolución más rápida del enigma, y ha alentado la pugna interna.
Quiroga se reunió este lunes en la sede de la formación en Bilbao con los tres presidentes provinciales —el alavés Alfonso Alonso, el vizcaíno Antón Damborenea y el guipuzcoano Borja Sémper— para tantear su opinión sobre sus intenciones en la presidencia, los cambios que quiere poner en marcha, la posibilidad de contar o no con Oyarzábal y cómo se va a configurar el partido después del congreso de marzo.
En esa cita, Alonso y Sémper trasladaron su respaldo al perfil político de Oyarzábal, alavés, para el puesto, mientras que Damborenea dejó entrever que el elegido debería ser un vizcaíno, incidiendo también en el perfil del cargo. Bizkaia es la organización con más peso interno del partido, pero todos los consultados desligan en buena medida la cuestión de una pugna territorial. “No estamos con los cuchillos. Lo que genera la duda es esa sensación de que no se ha tomado una decisión”, apunta uno de los implicados en las negociaciones.
Distintas fuentes populares insisten en que de la cita, continuación de otras en las que Quiroga está sondeando las opiniones de los principales dirigentes del partido, no salió ninguna decisión concreta sobre quién ocupará el número dos tras el cónclave. “No está obligada a formar su equipo hasta el mismo día de cierre del congreso”, indican medios de la formación, mientras que otros dirigentes quisieran ver ya zanjada la cuestión. Unos y otros inciden en que la voluntad de todas las partes es que la ejecutiva que Quiroga lleve al congreso cuente con un respaldo mayoritario.
Mientras todos los implicados mueven sus peones de puertas para adentro, el PP alavés exhibió este lunes además públicamente su rotundo respaldo a Oyarzábal con un mensaje que dejó cierto aire a presión. En un desayuno informativo del Fórum Europa en Bilbao al que Quiroga asistió en primera fila, aunque se ausentó antes de su final para atender un compromiso informativo previo, el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, se mostró inequívoco: “Si yo fuese presidente del PP vasco no me gustaría algo más que poder contar con Iñaki Oyarzábal en mi equipo y muy cerca”.
Y ello tras elogiar su capacidad para “generar estructuras de partido” o su bagaje de haber estado en “las principales negociaciones que ha tenido este partido cuando han sido relevantes y muchas de las recientes lo han sido”. Oyarzábal fue el hombre clave en la gestión del pacto con el PSE a lo largo de la pasada legislatura y sigue manteniendo un papel de relevancia en la interlocución con el PNV.
“Oyarzábal no está cuestionado políticamente, no tiene contestación interna. Otra cosa es que a Quiroga le encaje en el perfil que busca para un cargo de su total confianza”, opina uno de los consultados.
Quiroga registrará este martes, en el último día de plazo estatutario, los avales para su candidatura a la presidencia —al menos han de ser 90—. Aunque queda toda la jornada, en el partido se da absolutamente por hecho que nadie le disputará el puesto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.