El aspirante que siempre ha estado ahí

El PP de Andalucía vive una extraña paradoja desde hace tiempo. Tiene un presidente regional, Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla, que quiere irse (lo cierto es que nunca quiso llegar) y no le dejan. Y tiene dirigentes que aspiran al cargo y que llevan meses en vilo a la espera de que Mariano Rajoy tome una decisión que se demora. El impacto en la política nacional de Susana Díaz, que lleva apenas cinco meses como presidenta de la Junta, ha acrecentado la ansiedad en una organización al borde del desaliento.

El principal aspirante y favorito en la sucesión es José Luis Sanz, actual secretario general del PP andaluz y alcalde de Tomares (Sevilla), un dirigente forjado, como tantos otros en Andalucía, a la vera de Javier Arenas. Sanz cuenta ahora con el aval de Zoido y de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, quienes valoran su seriedad y su profundo conocimiento de la estructura regional. Sus detractores, por contra, hacen hincapié en su falta de carisma y en el hecho de que, si finalmente es elegido, tendrá que hacer la oposición desde fuera del Parlamento ya que no es diputado autonómico. La imputación de dos concejales del Ayuntamiento que dirige por una contratación irregular ha enturbiado también su camino, ya que la crítica a los casos de corrupción que asedian al PSOE en Andalucía es la principal baza que juega el PP.

Casado y con dos hijos, Sanz ha visto cómo en este proceso de sucesión han ido cayendo las hojas del calendario y desapareciendo los otros aspirantes de las quinielas, como los ministros Fátima Báñez y Miguel Arias Cañete, la delegada en Andalucía del Gobierno central, Carmen Crespo, o el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto.

Que muchos hayan dado por sentado que él era el elegido ha creado malestar en las provincias más críticas con la dirección actual del PP andaluz, especialmente Málaga y Cádiz. Se quejan de que nadie de la cúpula nacional o regional se ha dirigido a ellos para consultarles. La dirección provincial de Málaga sigue apostando por Juan Manuel Moreno, secretario de Estado de Servicios Sociales.

Pese a estas reticencias, todos son conscientes de que quien ha frenado por segunda vez la designación de Sanz es Rajoy, molesto porque Cospedal y Zoido hayan cocinado el relevo andaluz a sus espaldas. Sin embargo, el entorno de Sanz asegura que no hay un segundo parón y resta importancia a la suspensión de la cena de ayer. Estas fuentes sostienen que la cita se canceló por motivos personales de Zoido.