Una baronesa que quiere ejercer su poder
Todo está en la agenda de la presidenta andaluza: también las primarias y el debate territorial
Si Susana Díaz tuviera un perfil de Facebook, le faltarían horas al día para etiquetar a personalidades en sus fotos. La última imagen de la colección de la presidenta andaluza es de este lunes mismo: la reunión con Artur Mas en Barcelona. Desde que fue nombrada presidenta de la Junta tras la repentina marcha de José Antonio Griñán, Díaz se multiplica en reuniones institucionales y de partido. Es una baronesa que ejerce y a la que muchos ven como la gran figura emergente dentro de un PSOE depresivo.
Con una especial habilidad para que suene nuevo en su boca lo dicho antes por otros, Díaz no esquiva los charcos: los busca y muestra su poder. Es la presidenta de la comunidad más poblada de España y la militante socialista con más poder institucional.
La secretaria general de los socialistas andaluces ejerció ese poder para retrasar las primarias en el PSOE federal hasta después de las elecciones europeas de mayo. También para que el grupo socialista en el Congreso apoyara una moción de UPyD en defensa de la Constitución y contra el derecho a decidir de Cataluña.
Dentro de su partido, los candidatos a liderar su formación en las futuras primarias la cortejan. El PSOE andaluz cuenta con más de 45.000 afiliados. En las últimas primarias, Díaz apoyó abiertamente a Carme Chacón, con la que estuvo en Sevilla estas Navidades, pero ahora se siente liberada de aquel aval y su decisión última no estará condicionada por el pasado. La presidenta de la Junta se reunió hace unos días en San Sebastián con Patxi López, otro de los teóricos aspirantes a dirigir el PSOE y se cuidó de mostrarle su apoyo. A los pocos días presentó en Madrid al alcalde de Toledo, Emiliano García Page.
En el tablero de la política nacional, Díaz quiere presentar a Andalucía como moderadora en el debate territorial abierto. Es parte del mensaje que lanzó este lunes desde Barcelona. Ha invertido muchas horas en preparar ese discurso. Y ha pedido opinión a decenas de personas, entre ellas, al expresidente Felipe González.
Pero los movimientos de Díaz no se han centrado solo en el ámbito de la política pura y dura. Desde hace meses mantiene discretos contactos con el mundo empresarial, fundamentalmente con la élite del Ibex 35. Algunos de esos contactos y negociaciones maduran y se acaban convirtiendo en convenios. Así ocurrió con Emilio Botín, con el que cerró un crédito de 500 millones que el Banco Santander concede a la Junta para aliviar su falta de liquidez. Con el presidente de Telefónica, César Alierta, ha firmado otro convenio por el que la empresa se compromete a conceder 1.000 becas a alumnos andaluces en los próximos dos años. Está previsto que lleguen más acuerdos con Endesa, Iberdrola, La Caixa, Renault, Unicaja... Díaz no duda en hacer valer las credenciales de la comunidad que preside: más de ocho millones de habitantes y la tercera economía española en términos absolutos, por detrás de Cataluña y Madrid.
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