El colectivo de presos de ETA asume la legalidad penitenciaria
En un comunicado asumen el rechazo a la violencia, el reconocimiento del daño causado y la reinserción individual de sus reclusos
El colectivo de presos de ETA, la organización representativa de los más de 500 reclusos de la banda terrorista y más reticente al abandono de las armas, asumió este sábado la legalidad penitenciaria, su disposición a la reinserción individual de sus presos, el rechazo a la violencia y el “sufrimiento y daño multilateral generado”, en un comunicado por vídeo enviado al diario Berria. Con la aceptación de la legalidad penitenciaria, la reinserción individual, el rechazo a la violencia y el reconocimiento del daño causado, ETA da un paso clave en su proceso de disolución, dos años después del anuncio del cese definitivo del terrorismo y tan solo dos meses después de que la anulación de la aplicación retroactiva de la doctrina Parot supusiera la excarcelación del 10% de los presos eterras.
El colectivo de presos de ETA responde, con este comunicado, plagado en su primera parte de la retórica habitual de la banda, a la petición que hace siete meses le hizo el Foro Social —la organización pacifista vasca Lokarri y varias organizaciones internacionales de resolución de conflictos— de asumir la legalidad penitenciaria para desbloquear la situación de los presos, ya que el Gobierno de Rajoy no estaba dispuesto a dar ningún paso —ni acercamiento de presos a las cárceles vascas ni mejoras de grado penitenciario— mientras ETA no asumiera la legalidad penitenciaria ni avanzara en su disolución.
Tras el Foro Social, en junio y julio pasados, el abogado Iñigo Iruin y el dirigente de la izquierda abertzale Fernando Barrena reclamaron, asimismo, al colectivo de presos de ETA que asumiera la legalidad penitenciaria. Así, del mismo modo que la izquierda abertzale logró su legalización por asumir el rechazo al terrorismo, los presos de ETA podrían lograr beneficios penitenciarios y salir antes de prisión si asumían la legalidad penitenciaria.
El comunicado del colectivo de presos de ETA, conocido este sábado, responde a las pautas marcadas por el Foro Social y por la izquierda abertzale. En su punto tercero reconoce el daño causado a las víctimas del terrorismo. “Reconocemos con toda sinceridad el sufrimiento y daño multilateral generado”. En el punto cuatro asumen el rechazo al terrorismo: “En lo sucesivo aceptamos el nuevo escenario tras el cese definitivo” de la violencia. Y “rechazamos el empleo del método utilizado en el pasado”.
En los puntos seis y siete asumen la legalidad penitenciaria y la reinserción individual de sus presos. “Podemos aceptar (...) que se efectuasen utilizando cauces legales aun cuando ello implícitamente conlleve para nosotros la aceptación de nuestra condena. Compartimos que tanto la ley como su aplicación cumplen una función esencial de cara al futuro ya que han de ser utilizadas para fortalecer los pasos que hayan de darse”. Y añade: “Estamos dispuestos a estudiar y tratar la posibilidad de que el proceso que culmine con nuestra vuelta a casa se efectúe de manera escalonada, mediante compromisos individuales y en un tiempo prudencial”.
Con el rechazo a la violencia, el reconocimiento del daño causado, la aceptación de la legalidad penitenciaria y de la reinserción individual de sus presos, el colectivo de ETA asume los requisitos exigidos por la llamada Vía Nancares, sin citarla, para que los presos se acojan a los beneficios penitenciarios. Dicha vía, de la que se han beneficiado varias decenas de presos, fue puesta en marcha por el Gobierno de Rodríguez Zapatero tras el fracaso del proceso de diálogo de 2006. Fuentes próximas a Zapatero valoraban este sábado el paso dado por el colectivo de presos de ETA como “muy significativo” y que “ponía en valor el cese definitivo de ETA anunciado el 20 de octubre de 2011”, un mes antes de las elecciones generales.
Para llegar a este punto, el colectivo de presos de ETA ha tenido que digerir que el Gobierno de Rajoy no estaba dispuesto a negociar con la banda terrorista su solución, que no iba a haber un acuerdo de paz por presos. También ha sido consciente de las tensiones que la excarcelación de los 60 presos etarras por la anulación de la aplicación retrospectiva de la doctrina Parot, un 10% del colectivo, ha provocado un importante rechazo social y que, a la par, ha sido la aplicación de la ley la que lo ha hecho posible.
De hecho, a principios del año pasado, el colectivo de presos de ETA celebró un debate sobre la posibilidad de aceptar la legalidad penitenciaria y la reinserción individual de los presos y, finalmente, se impuso la reclamación de la amnistía con lo que aquel debate fue baldío. Año y medio después se ha terminado por imponer el realismo, incluso en el sector más duro de ETA, sus presos, y han enterrado la ilusoria reclamación de la amnistía.
Los partidos se manifestaron este sábado prudentes tras conocer la decisión del colectivo de presos de ETA, pero todo apunta que hoy el Gobierno vasco, el PNV y los socialistas reconocerán el paso dado por la banda terrorista. Fuente del Gobierno del PP prefirieron no pronunciarse sobre este asunto.
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