Los donostiarras que no quieren ser de San Sebastián

Antes de convertirse en alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre (Bildu), fue presidente de Itxas Aurre (Frente al mar, en euskera), una asociación vecinal del barrio donostiarra de Igeldo que reclama la segregación de la capital guipuzcoana. La batalla de la plataforma dura ya más de 20 años, pero con Bildu en el Consistorio y la Diputación de Guipuzkoa desde 2011, los independentistas de Igeldo, y el alcalde de la ciudad de la que quieren separarse, acarician su objetivo.

El barrio, un enclave privilegiado de San Sebastián, situado en lo alto del monte Igeldo, flanqueado al norte por las olas del Cantábrico, eminentemente rural y con apenas tres bares y una población de unos 1.000 habitantes, tuvo la oportunidad el pasado domingo de expresar su parecer sobre su futuro. La Diputación de Guipuzkoa organizó una consulta popular, la primera en su historia, sin carácter vinculante, aunque sus responsables explicaron que tendrán en cuenta la voluntad de los vecinos.

Todos los habitantes mayores de 16 años tuvieron derecho a voto: 833, de los que 637 participaron en la consulta, con un resultado del 61,3% a favor de la segregación y un 36,7%, en contra. Los partidarios de que Igeldo se convierta en municipio defienden argumentos identitarios y económicos; consideran que serían capaces de gestionar mejor sus propios recursos.

El resultado de la votación no asegura la ansiada independencia. Los vecinos de Igeldo celebraron un primer referéndum en 1994, también con un resultado a favor de la segregación. Pero hasta ahora se habían topado con un dique en el Ayuntamiento de San Sebastián y la Diputación de Guipuzkoa, en manos del PSE y del PNV, respectivamente.

Las dos instituciones bloquearon el expediente de segregación impulsado por Itxas Aurre, presentado en 1995, y desestimado por el Consistorio donostiarra después de que las Juntas Generales aprobaran una norma provincial que estipulaba en un mínimo de 2.500 vecinos los barrios que quisieran emprender la separación. Desde entonces, la partida ha estado marcada por los recursos administrativos y judiciales interpuestos por los vecinos y los contrarrecursos e informes desestimatorios de la Diputación y el Consistorio.

La entrada de Bildu en la ecuación ha dado impulso a las pretensiones de Itxas Aurre. La plataforma vecinal se ha encontrado por primera vez con una Diputación, competente en demarcaciones territoriales, dispuesta a escuchar sus anhelos. Fue el propio Gobierno provincial, encabezado por Martin Garitano, el que anunció por sorpresa la celebración de la consulta en julio y el que defendió que el Ayuntamiento de San Sebastián sería un simple órgano al que informar, pero sin decidir.

La reapertura del expediente Igeldo se ha topado además con un Consistorio gobernado por Bildu y cuya cabeza visible, el alcalde Izagirre, ha decidido mantenerse al margen del proceso para desesperación de la oposición. El edil no participó en la consulta y se ha ausentado en los debates del pleno municipal cuando se ha abordado la segregación de Igeldo, una cuestión sobre la que los 17 concejales de la oposición (PSE, PP y PNV) han impuesto su criterio en contra frente a los ocho ediles de Bildu. “Mi situación es de sobra conocida, de acuerdo con la ley, he de abstenerme de cualquier participación en este procedimiento”, justificó el alcalde en julio.

La Diputación anunció tras la celebración de la consulta que tomará una decisión sobre Igeldo en los próximos meses, una vez que incluya en el expediente un informe de viabilidad económica y otro sobre ordenación territorial. La resolución del Gobierno de Garitano puede ser el paso definitivo para que Igeldo sea independiente. O tal vez no.