Funeral por los mineros fallecidos: “Que Dios perdone al responsable de esto”
Cientos de personas se concentran en un multitudinario funeral Despiden a los cinco mineros leoneses fallecidos el lunes
Unas 3.000 personas se congregaron esta mañana en el funeral por las víctimas del accidente de la mina de Llombera, en León. Los cinco féretros de los leoneses fallecidos (el sexto, asturiano, fue trasladado a Mieres) presidían el acto que se celebró en el pabellón deportivo del Ayuntamiento de Santa Lucía de Gordón. Tras el funeral, oficiado por el obispo de León, Julián López, solo se pronunciaron dos testimonios breves, pero contundentes. El primero fue el de Quico, minero hijo de mineros y amigo de los fallecidos, que a los cientos de personas congregadas les lanzó una reflexión que durante estos días nadie había verbalizado de manera tan clara: “Como persona, me hago un pregunta y es por qué. Espero que con el tiempo haya una respuesta, no sé si de Dios o de las autoridades”.
Después fue Caridad, familiar de Manuel Moure, uno de los muertos, la que, con rabia, dijo: “Creo que se podía haber evitado. Quiero hacer una petición y es que Dios perdone al responsable de esto, pero que cuando cierre los ojos no pueda descansar nunca y que vea siempre, cuando los cierre, los ataúdes y el dolor de las familias”. En su intervención pidió “que se ponga freno”, a los accidentes en la mina. “Cuando a una persona se le da el mando hace a los demás meterse donde, a lo mejor, no deberían estar”, continuó. Dirigió unas palabras muy duras contra la empresa: “El señor director no sé en qué momento pidió perdón. No sé en qué momento dijo a los mineros, a alguno, que no tenía cojones de meterse en algún sitio [de la mina]. Que vea que tienen cojones, que son muy valientes y que [a él] no lo queremos en la zona”. Los aplausos ahogaron el final de su breve discurso.
El momento más duro para las familias y amigos de las víctimas ha sido cuando los cinco féretros han sido introducidos en el pabellón, uno por uno, acompañados de atronadores aplausos. El equipo de atención psicológica de la Cruz Roja y los voluntarios de protección civil de Pola de Gordón han permanecido en todo momento acompañando a los familiares más cercanos de los fallecidos, algunos deshechos en llanto. En dos momentos de la ceremonia, han intervenido para evacuar a dos personas que se han desmayado. Entre las gradas y en los laterales del pabellón, atestado de vecinos que han ido a presentar sus respetos, se han sucedido los gestos de emoción, los llantos espontáneos y también alguna crítica abierta a la empresa. “Si han venido los directivos, tendrían que sentarse en un sitio que se les viera bien, y no por ahí escondidos…Que den la cara”, ha denunciado un anciano.
La ceremonia no ha finalizado con las últimas palabras del obispo, sino con el emocionado canto, más bien un lamento, del himno de los mineros a su patrona, Santa Bárbara. A continuación, el pabellón ha vuelto a dedicar una larga ovación a cada uno de los féretros según eran transportados fuera del recinto.
Una vez terminado el acto, se produjeron un par de encontronazos por parte de algunas personas cercanas a los fallecidos y el presidente de la Hullera Vasco Leonesa, Antonio del Valle. “Si no puedo salir, te llevo a ti por delante, igual que vosotros os los habéis llevado a ellos”, le dijo una señora al directivo cuando se vio en dificultades para sacar su coche del aparcamiento. “No es de recibo que las familias y los amigos nos hayamos enterado de este funeral por televisión. Con tantos recursos que tenéis, deberíais cuidar un poco la comunicación con los familiares”, criticó la misma mujer que minutos antes había hablado en el funeral sobre la valentía de los mineros.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se llevó la peor parte de la ira de los asistentes venidos de toda la cuenca minera leonesa y de Asturias. Varias personas le increparon llamándole “sinvergüenza”, entre reproches de falta de apoyo al sector durante sus meses de lucha por conseguir del Gobierno central la continuidad de las ayudas al carbón. El ministro de Industria, José Manuel Soria, después de participar en un acto en Madrid por la mañana, eludió polemizar sobre su ausencia en el homenaje a las víctimas de Santa Lucía de Gordón y se limitó a asegurar que el Gobierno trabaja para esclarecer las causas del accidente.
El ministro estuvo en el Hospital Universitario de León el pasado lunes visitando a los accidentados y uno de los heridos se negó a recibirlo para mostrar su desacuerdo con la negociación durante los últimos meses del plan de la minería, que finalmente fue aprobado el 19 de septiembre. Otros políticos presentes durante el acto fueron Óscar López, secretario de organización del PSOE. y Gaspar Llamazares, de IU. Algunos de los asistentes visiblemente molestos les increparon por querer “hacerse la foto”.
Este miércoles han recibido el alta cuatro de los cinco mineros heridos. El quinto, José Manuel Menéndez, continúa ingresado en la UCI en estado grave aunque con pronóstico favorable. Todavía necesita ventilación mecánica para respirar pero ya ha recuperado la consciencia, según ha informado Emergencias 112 de Castilla y León.
Por tercer día consecutivo, tampoco se pudo entrar este miércoles al Pozo de Emilio del Valle debido a que los niveles de grisú son todavía demasiado elevados, según confirmó un portavoz de la Hullera, cuya cúpula directiva aún no ha decidido si realizará una investigación interna sobre lo ocurrido en la galería 7. “De momento, nuestros técnicos quedan a disposición de la investigación que ha iniciado la Junta de Castilla y León”, informó el representante de la compañía.
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