El Príncipe presidirá el desfile de la Fiesta Nacional y viajará a Panamá

“No queremos dar un mensaje equivocado”, alegan en la Casa del Rey. Don Juan Carlos no está de baja como jefe del Estado y el Príncipe no le sustituye en sus funciones. Sin embargo, don Juan Carlos se recupera en la Zarzuela de su último paso por el quirófano y no está en condiciones de atender algunos de sus compromisos oficiales, en los que nadie mejor que su hijo para representarle.

La Casa del Rey está hilando muy fino para intentar conciliar en las próximas semanas estas dos ideas aparentemente contradictorias. Don Felipe no participará en la Cumbre Iberoamericana de Panamá, el 18 y 19 de octubre, ya que se trata de una cita de jefes de Estado y Gobierno. La delegación española la presidirá Mariano Rajoy y el Rey, por primera vez ausente de estas reuniones, dirigirá un saludo a los mandatarios iberoamericanos a través de un vídeo. Pero el Príncipe sí estará en Panamá en esas mismas fechas: participará en el foro empresarial previsto para el día 17 —al que asistirán medio centenar de directivos de compañías de ambos lados del Atlántico— y en la inauguración del Congreso de la Lengua Española, el día 20. También acudirá a la conmemoración del 500 aniversario del descubrimiento del Pacífico por Núñez de Balboa y participará en algún acto paralelo a la cumbre, probablemente en una cena con mandatarios, al margen de la delegación oficial presidida por Rajoy. Es decir, estará sin estar.

El encaje de bolillos que supone la presencia del Príncipe en Panamá podría verse desdibujado por la imagen de don Felipe presidiendo la Fiesta Nacional, el próximo día 12. Fuentes de la Casa del Rey alegan que el desfile del Día de la Hispanidad no está legalmente regulado y, por tanto, nada impide que sea don Felipe quien lo presida, aunque Rajoy esté presente en la tribuna y el primero ostente el empleo de teniente coronel. Lo cierto es que la foto del desfile será la del Príncipe ocupando el lugar habitualmente reservado al Rey.

El último problema es quién ofrecerá la recepción prevista en el Palacio Real tras el desfile. Las invitaciones, que ya están hechas, las firma el Rey, pero don Juan Carlos no estará en disposición de atender a sus invitados, por lo que tendrá que ser el Príncipe, y tal vez la Reina, quien ejerza de anfitrión.