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'caso faisán'

Un mando policial asegura que le pidieron borrar la grabación del chivatazo

Varios agentes sostienen que el dispositivo no estaba montado para actuar el día del soplo

El exjefe de la Unidad Central de Inteligencia de la Policía, José Cabanillas, ha asegurado esta mañana ante el juez que Carlos Germán, que investigó la trama de financiación de ETA radicada en el bar Faisán de Irún y el supuesto chivatazo que desbarató la operación policial en mayo de 2006, le pidió, en tres ocasiones, que borrara la grabación en la que quedó registrado el soplo.

De esta manera, ha ratificado su declaración ante el juez instructor del caso Faisán en la que señaló que el máximo responsable de la investigación sobre el aparato de extorsión de ETA intentó destruir pruebas clave para las pesquisas. "Yo fui al juez porque él no había ido anteriormente", ha dicho.

Ha apuntado que, tras tener constancia del chivatazo, realizó un informe en el que había datos "calcados" de la transcripción extraída de la baliza que se había instalado en el vehículo del propietario del bar Faisán, Joseba Elosua.

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La declaración de Cabanillas, que apenas ha durado unos minutos, ha sido la última de la sesión matinal del juicio contra el ex jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, y el inspector jefe José María Ballesteros. El comisario Carlos Germán ha asegurado, durante el juicio, que no le cabe duda de que el soplo tuvo un “origen policial” y que revistió un móvil “político”.

Durante la mañana, han declarado otros testigos, entre los que se encontraba el excomisario jefe de la Brigada Provincial de Información de San Sebastián, Manuel Risco, quien ha revelado que en la mañana en la que se produjo el chivatazo a ETA se produjo "una ficción de servicio", puesto que el pago del dinero procedente del impuesto revolucionario y que desembocaría en el operativo contra la red de extorsión estaba previsto para un día después.

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El testigo ha manifestado que la vigilancia efectuada en la mañana del chivatazo formaba parte de la “simulación de un dispositivo”. “En ese momento no se iba a producir nada. El pase del dinero se iba a producir en la tarde del viernes”, ha agregado. Otros policía han ratificado este hecho alegando que se trataba de “prolegómenos” para empezar a preparar el dispositivo.

“Ese día por la mañana ahí no había nada montado, todo lo que había es un servicio ficción", ha manifestado Manuel Risco.

En la sesión vespertina, los peritos de la Guardia Civil han confirmado que la cinta de vídeo que muestra al inspector José María Ballesteros en el bar Faisán cuando se produjo el chivatazo a ETA tiene dos cortes y que han desaparecido de ella 3 minutos y 1 segundo. Los peritos se han ratificado en su informe sobre la cinta, que recoge a Ballesteros entrando y saliendo del local justo cuando, según las acusaciones, el entonces jefe superior de Policía del País Vasco dio el chivatazo al propietario del establecimiento a través de un teléfono que le entregó Ballesteros.

Los peritos han afirmado que no han encontrado "nada" que les haga sospechar que sea una copia y han confirmado que tiene dos cortes, uno de 2 minutos y 46 segundos y otro de 15 segundos, tiempo que ha desaparecido de la grabación.

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