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“Algún día le diré cuatro cosas a Merkel”

Mònica Oltra, portavoz de Compromís en las Cortes valencianas, no descarta presentarse a las elecciones nacionales

Carmen Pérez-Lanzac
Mónica Oltra tiende camisetas de protesta en el jardín de su casa.
Mónica Oltra tiende camisetas de protesta en el jardín de su casa. Mònica Torres

Pregunta.¿Qué tal su vuelta al cole?

Respuesta. Estoy más aplomada. Más observadora y abierta. Menos impulsiva. Batalladora sigo estando.

P. Se marchó de casa de niña. ¿Marcando rebeldía?

R. Más que rebeldía estaba marcando mi autonomía. Tendría como mucho cuatro años. Calculé que era la hora de ir a la guardería y me fui sola. Y en braguitas, porque hacía calor.

P. ¿Qué ha supuesto Bárcenas para usted?

R. La prueba de la corrupción generalizada instalada en el PP y que ahora se evidencia en su forma más grosera y zafia. No deja de ser una muestra de lo que hay detrás: lo importante es perpetuarse en el poder.

P. En Valencia la gente sigue votando al PP en masa.

Ficha

Las camisetas con mensaje de esta política valenciana se hicieron pronto famosas así como sus intervenciones increpando al PP en las Cortes Valencianas. Mònica Oltra (Neuss, Alemania, 1969) es la portavoz de Compromís desde 2007 (cuando fue expulsada de Esquerra Unida). Es abogada y está casada con un argentino Juntos adoptaron a dos niños etíopes. Entre la política y su vida privada, no duda: “La política es demasiado puta”.

R. Cuando uno no cumple las reglas tiene más posibilidad de ganar. El PP fue creando un marco cognitivo que hiciera pensar a la gente que lo normal, lo bueno, lo valenciano, era votar al PP. No hacerlo, era una anormalidad.

P. Los partidos a la izquierda no supieron atraer el voto.

R. No se hizo el más mínimo esfuerzo por combatir ese marco cognitivo. Ahora lo estamos viendo a nivel nacional con la bajada del paro. Les falta tirar cohetes. ¡Que alguien contraataque!

P. ¿Es usted nacionalista?

R. Cuanto más mayor me hago menos me defino con los "istas". En todo caso me definiría como "democratista" y no existe la palabra. El nacionalismo en estos momentos no me resulta una herramienta útil. Conste que pienso que el nacionalismo español es más exarcebado.

P. ¿A qué edad y por qué entró en el Partido Comunista?

R. A los 15 años, por convicción ideológica. Mis padres estaban y lo había mamado. Bueno, cuando entré mi padre ya no estaba. Lo quisieron echar y se dio de baja. </CF>A mí tuvieron que expulsarme del partido.

P. Recite el poema que escribió en El mundo obrero.

R. "El patrón, el patrón, como oprime al trabajador, nada más quiere dinero y así acaba con el obrero" (risas). Era muy naif, tenía 10 años. Pero rimaba. Y al final el obrero se subleva, eh.

P. Sprechen Sie Deutsch?

R. Sí, me podría entender con la Merkel. En ideología no. Algún día le diré cuatro cosas.

P. Adoptó dos niños etíopes. ¿Por qué les puso nombres tan españoles?

R. Luis y Emilio, como mi marido y mi abuelo, que no era el biológico. Al real lo mataron en el frente republicano. Emilio nos enseñó que el cariño y la sangre no tienen por qué ir unidos. Mi hijo mayor, al que pusimos Luis, no quiso mantener su nombre original. Lo explicó a trancas y barrancas, porque no hablaba todavía español, pero lo tuvo claro.

P. Se siente usted espiada.

R. Me lo confirmaron. Soy abogada y un juez me avisó de que estaban investigando mis casos. Pero ahora no tienen capacidad de vigilar a nadie. Se vigilan entre ellos y la propia espalda.

P. ¿La veremos como candidata a las elecciones nacionales?

R. Me tira, tengo ganas de decirles cosas a Rajoy y a Cospedal. No lo descarto, pero no es prioritario. Me siento bien en Valencia.

P. Los partidos, ¿están reinventándose?

R. Radicalmente no. Están haciendo lo de siempre. Igual en los debates internos están planteándoselo, pero como ciudadana no lo veo. Y es el reto más importante que tienen delante.

P. Su marido, ¿podría enseñarme a hacer yoga mental?

R. También me vendría bien a mí (risas). Es muy aficionado al yoga mental. Es mi contrapunto.

P. Dice que el cargo público ha de ser transitorio.

R. Para estar al 100% o es transitorio o te mata. No se puede hacer más de tres o cuatro legislaturas. Y cuatro son muchas.

P. Así que no le queda mucho.

R. ¡Llevo una y media! Rita Barberá lleva 20 años. ¡Esa señora sí que está quemada!

P. Fallera y aficionada al Valencia. Me deja a cuadros.

R. Me gusta pasármelo bien. Y probablemente tengo más acciones que muchos de los que lo están dirigiendo el Valencia. Mi padre era aficionado y tenía claro que no había que sufragar con dinero público la deuda de una sociedad anónima. Y, tras fallecer él el pasado mes de mayo, nos hemos encontrado con que compraba acciones a escondidas. Un idealista.

P. Tiene dos hipotecas: una de 75.000 euros y otra, compartida, de 270.000. ¿Le pesan?

R. Me pesan, me pesan. Ahora debo menos, ¿eh?

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Sobre la firma

Carmen Pérez-Lanzac
Redactora. Coordina las entrevistas y las prepublicaciones del suplemento 'Ideas', EL PAÍS. Antes ha cubierto temas sociales y entrevistado a personalidades de la cultura. Es licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de El País. German Marshall Fellow.

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