_
_
_
_
_

Dos detenidos en Argentina por el crimen de la mujer hallada en un bidón

Ana María Martos fue apuñalada y enterrada en 2004 en Lloret tras ser víctima de una estafa La detenida en Buenos Aires y su hijo, presuntos autores materiales del crimen

Jorge A. Rodríguez

Una mujer y su hijo han sido detenidos en Buenos Aires (Argentina) acusados del asesinato a puñaladas de Ana María Martos, la mujer de 32 años que desapareció hace nueve años y cuyo cadáver fue hallado la semana pasada enterrado dentro de un bidón relleno de cemento en Lloret de Mar (Girona). La mujer detenida, una supuesta vidente, compartió con la víctima un negocio de alquiler de coches y supuestamente estafó a Ana María Martos y luego la acuchilló. Antes de desaparecer, la joven había comunicado a su madre que iba a abandonar Sant Feliu de Llobregat (Barcelona). Quería tomarse un tiempo para meditar tras su separación.

El rastro de Ana María Martos se esfumó el 18 de enero de 2004. Delgada, morena, de 1,68 metros de estatura, ojos oscuros, con una cicatriz en el labio inferior, estaba atravesando un bajón emocional debido a su reciente separación matrimonial. Un día llamó a su madre, Conchi Nieto, a la que le contó que quería desconectar, aislarse un tiempo. Su madre la espero varias semanas. Su hija tenía costumbre de ir a comer al domicilio materno una vez por semana. Pero ni llamaba ni acudía a la casa de su madre. Conchi acudió al piso de su hija, pero estaba en obras y nadie abría la puerta. Fue entonces cuando denunció la desaparición de su hija.

Desde aquel año, ni una llamada, ni una pista. El silencio absoluto. Su hija yacía desde entonces en una tumba excavada en una finca de Lloret de Mar (Girona). Nunca más se habría sabido de ella, si no hubiera sido porque un preso contó a la policía que la joven había sido asesinada y que podía estar enterrada precisamente en esa finca.

La policía, que nunca olvida un crimen, movilizó sus recursos. La investigación fue reabierta por la Sección de Homicidios y Desaparecidos de la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial, la Sección de Inspecciones Oculares de la Comisaría General de Policía Científica y el GOIT del Área de Automoción de la División Económica y Técnica.

La finca de Lloret fue revisada con un georradar, que localizó una anomalía. La policía desplazó una excavadora que comenzó a remover la tierra, al tiempo que detenía al antiguo propietario de la finca, un constructor, a quien se acusa de haber enterrado el cuerpo. Lo hizo a conciencia. La excavadora tuvo que remover 180 toneladas de tierra hasta dar con los restos óseos de Ana María Martos. El cuerpo se encontraba en el interior de un bidón metálico relleno con cemento, enterrado a bastante profundidad en la finca. El anterior dueño, quien tenía excavadoras en el momento del crimen, estaba pillado. Ya está en la cárcel por orden del Juzgado de Instrucción 3 de Blanes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los investigadores rastrearon a todas las personas con las que en el momento de los hechos tuvieron relación con la víctima. La pesquisa se centró en una supuesta vidente que había tenido un negocio de alquiler de coches con la víctima. El hijo de esta mujer, además, tenía antecedentes por estafa. La policía comprobó que Ana María Martos había vendido el coche y el piso (el que su madre vio en obras) poco antes de desaparecer. Y del dinero no había rastro.

Las investigaciones apuntan a que la joven desaparecida, asesinada y enterrada fue víctima de una estafa. Finalmente se llegó hasta una ciudadana argentina relacionada en su día con Ana María y su hijo, al parecer también implicado en los hechos. Se comprobó que ambos se encontraban residiendo en Argentina, por lo que se dictaron sendas órdenes internacionales de detención por delitos de homicidio y de estafa. Finalmente ambos han sido arrestados en Buenos Aires por la policía de aquel país.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_