De Los Ángeles a Madrid

Ejecutivo de la cadena de televisión por cable y satélite HBO, activista gay, defensor de los derechos de los animales. Barack Obama ha decidido enviarle a Mariano Rajoy un embajador heterodoxo para sustituir a Alan D. Solomont, quien deja el cargo a finales de mes, después de tres años y medio en Madrid.

Si el Senado de EE UU no pone obstáculos a su ratificación, James Costos se incorporará a la Embajada en Madrid después del verano y podrá asistir a la celebración de la Fiesta Nacional, el 12 de octubre.

En Exteriores —que se ha apresurado a dar el plácet— no hay ninguna duda del motivo de la designación de Costos. En la lista de los mayores donantes para la reelección de Obama, publicada en septiembre pasado por The New York Times, Costos figuraba en el número 39 —entre más de 300 nombres— con 1,1 millones de dólares; y su pareja, Michael Smith, ocupaba el sexto puesto, con 2,3 millones.

Costos y su pareja recolectaron más de 3,4 millones para la campaña de Obama

Costos y Smith cedieron su residencia de Los Ángeles, en junio pasado, para un acto en el que se recolectó más de un millón de dólares para la campaña de Obama y al que asistieron, entre otras estrellas, Vanessa Williams y Drew Barrymore. Lo mismo hicieron en su ático de Manhattan, adonde acudió en marzo de 2012 el presidente.

El activismo de la pareja no solo fue decisivo para movilizar a Hollywood, sino también al electorado gay: un 5% de los votantes de Obama se declara gay y un 75% de quienes se declaran gais votaron a Obama.

No es ninguna novedad que el inquilino de la Casa Blanca recompense con una embajada a quienes han sido más generosos sufragando su campaña. El propio Solomont fue tesorero del Partido Demócrata y uno de sus mejores recaudadores de fondos durante años.

Al Gobierno español no parece molestarle que la Embajada en Madrid se utilice como moneda de pago. Al contrario. Ello demuestra, según fuentes diplomáticas, que las relaciones bilaterales funcionan a pleno rendimiento y que no hay ningún problema serio que requiera de un embajador con experiencia; aunque Costos se licenció en 1985 en Ciencias Políticas por la Universidad de Massachussetts.

Pero en Exteriores tampoco ha pasado por alto el cargo que hasta ahora ocupaba Costos: jefe de la división de Licencias Globales y Ventas de HBO, productora de series de televisión de tanto éxito como Los Soprano, Sexo en Nueva York o Juego de Tronos. Aunque España salió en 2012 —tras la aprobación de la Ley Sinde— de la llamada Lista 301, con la que el Departamento de Estado señala a los países menos respetuosos con la propiedad intelectual, la asociación de creadores estadounidenses pidió que fuera incluida de nuevo.

En la última lista, publicada hace un mes, España se quedó fuera, pero bajo rigurosa observación, a la espera de que el Gobierno haga efectivos sus compromisos. “No creemos que haya sido un factor determinante, pero no cabe duda de que tendrá una especial sensibilidad por el asunto”, admiten fuentes diplomáticas.

Su estancia en Madrid coincidirá, además, con la negociación del acuerdo de libre comercio entre la UE y EE UU, frente al que la industria europea del cine se ha puesto en pie de guerra para defender la excepción cultural.

Desde mayo del año pasado, Costos pertenece a la junta directiva Sociedad Humana, la mayor asociación protectora de animales de EE UU, por lo que algunos enemigos de las corridas de toros cuentan con él como aliado. Es posible. Pero su jefe, el secretario de Estado, John Kerry, es un aficionado a los sanfermines.

La llegada del nuevo embajador provocará probablemente una revolución en las normas de etiqueta. Aunque España fue pionera en reconocer el matrimonio gay, hasta ahora apenas se han visto parejas del mismo sexo en actos institucionales. En todo caso, Costos no estará solo. Otros diplomáticos, como el francés Jérôme Bonnafont, se enfrentan a la misma situación.

Smith es algo más que el cónyuge. Es él quien mantiene, según distintas fuentes, una relación más directa con la Casa Blanca y, en particular, con Michelle Obama. Si Rajoy tiene que seguir esperando para visitar el Despacho Oval, Smith podría al menos explicarle cómo es. Él fue quien lo decoró.