Duran pugna por mantener su cuota de poder en el Gobierno de Artur Mas
El presidente catalán formará un gabinete continuista y supervisado por ERC
Artur Mas está acabando de conformar el que será su gobierno para la próxima legislatura y esta tarde ha citado en su despacho a los consejeros para anunciar su nuevo Gobierno. Tras ser investido presidente la semana pasada con los votos de Esquerra Republicana, el presidente catalán está diseñando un ejecutivo continuista y vigilado de cerca por los independentistas, que quieren consejeros afines o, como mínimo, dispuestos a negociar constantemente la acción de Gobierno. Pero hay otro factor que complica el puzzle de Mas. Se trata de Unió, el socio minoritario de la federación CiU que quiere mantener, o incluso incrementar, su cuota de poder en el ejecutivo catalán.
Esquerra reclama la salida de la titular de Justicia, cercana a Duran
Las tensiones entre Unió y Convergència han ido en aumento las últimas semanas por el inesperado tropiezo electoral de Artur Mas y el posterior pacto con ERC. Josep Antoni Duran no piensa dar un paso atrás en la cuota de poder que le corresponde a Unió en el ejecutivo, cercana al 25%. Eso supondría 3 departamentos sobre un total de 12, siempre que Mas no reduzca el número total de consejeros. Unió, además, quiere que como mínimo una de estas consejerías tenga un elevado peso político. Y esto pasa por mantener a Joana Ortega como vicepresidenta o, en su defecto, por la asunción de otro departamento con peso específico. Las bases de Convergència Democràtica, especialmente los sectores más soberanistas, presionan para arrinconar a Unió, a quien consideran un freno para sus aspiraciones. Y Unió no quiere verse diluida en la oleada independentista.
El actual gabinete cuenta con dos consejeros democristianos: la vicepresidenta Ortega, número dos del Gobierno, y Josep Maria Pelegrí, consejero de Agricultura y secretario general del partido. Fue uno de los primeros dirigentes de Unió que apostó por “rehacer los puentes con el PP”. Además de ellos, está Pilar Fernández Bozal, titular de Justicia y abogada del Estado en excedencia. Es independiente pero fue propuesta por Duran. Esquerra ha presionado para que salga del Gobierno por haber recurrido en su día, en su condición de abogada del Estado, la oleada de consulta soberanistas en los municipios. Ella querría seguir en el puesto pero ERC considera que será un obstáculo para organizar el referéndum. Por contra, la previsión es que Ortega continúe como número dos de Gobierno y con las competencias ampliadas (quizás las de Justicia). Si Duran no gana su apuesta de mantener la cuota de Unió, Pelegrí abandonaría el Ejecutivo para reforzar la estructura de Unió y evitar que sus fisuras internas se agrieten más ante la existencia de una notable corriente soberanista enfrentada con Duran. Sería reemplazado por Ramon Espadaler, que asumiría Política Territorial.
Felip Puig ha pedido dejar Interior, pero Mas quiere que siga
Mas ideó hace dos años un gobierno tildado como el “de los mejores” en el que combinó a miembros de los dos partidos con varios independientes. No todos seguirán: repetirá Boi Ruiz, titular de Sanidad, pionero de los recortes en esta área y Ferran Mascarell, exdirigente socialista, ideólogo ahora del soberanismo, que seguirá al frente de Cultura. Por el contrario, Francesc Xavier Mena, de Economía y Empresa, que protagonizó un triste episodio en la crisis de la Renta Minima de Inserción (RMI), cuando el ejecutivo retiró las ayudas en pleno verano para supervisar las ayudas, no continuará. La baja más notable y confirmada es la de Lluís Recoder, titular de Política Territorial y Obras Públicas, que se va del Gobierno a voluntad propia para ejercer de letrado.
Andreu Mas-Colell, titular de Economía, seguirá siendo el consejero estrella del Gobierno, con competencias ampliadas. Queda un interrogante: si asumirá o no la difusión internacional del proceso soberanista o si bien de ese asunto se encargará Presidencia que tendrá ahora a un consejero: Francesc Homs, el actual portavoz. La gran incógnita es qué ocurrirá con Felip Puig, consejero de Interior, con una gestión convulsa, y que, aseguran, ha pedido su salida del Gobierno por sentirse traicionado por los Mossos en la crisis por la actuación policial el día de la huelga general en el que una mujer perdió presuntamente por el impacto de una pelota de goma. “Puig tiene que seguir”, afirmó ayer un miembro del Gobierno.
Felipe Puig
La continuidad del consejero de Interior es la principal duda del nuevo organigrama. A su favor tiene el soberanismo que defiende desde hace años, algo que gusta a Esquerra Republicana. En contra tiene el hecho de no formar parte del núcleo duro de Artur Mas y, especialmente, la crisis en los Mossos d’Esquadra por la actuación policial en la última huelga general.
ANDREU MAS-COLELL
El consejero de Economía es, por su constante relación con el Ministerio de Hacienda, el hombre fuerte del Gobierno catalán. Y lo seguirá siendo, aunque compartiendo protagonismo con Francesc Homs, que puede ascender de portavoz a consejero de Presidencia. Mas-Colell, bien visto por Esquerra, ya está elaborando los Presupuestos de 2013.
Joana Ortega
La dirigente de Unió seguirá en el Gobierno catalán y todo apunta que seguirá como vicepresidenta. La opción que baraja CiU es que Ortega mantenga las competencias como consejera de Gobernación y pueda sumar alguna otra responsabilidad, como, por ejemplo, la de Justicia. Algunas de sus funciones las asumirá Presidencia.
Lluís Recoder
Es la baja más notable del próximo Gobierno. Representante del ala más moderada de Convergència y heredero político de Miquel Roca i Junyent, el consejero de Política Territorial no repetirá en el cargo. Lo hace a petición propia para ejercer de abogado y después de que su nombre haya circulado como posible sustituto de Mas si fracasa la apuesta soberanista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.