PP y PSOE mantienen la desafección pero los socialistas logran frenarla

Existen peligrosas tendencias de desafección política que aún no han acabado de dar la cara en todo su potencial conflictivo; agravado por la acentuación de problemas sociales e institucionales. A esto se añade el alto grado de desafección político y electoral y la caída en intención de voto de los dos grandes partidos que pueden gobernar, PP y PSOE. Esta visión alarmante y preocupante se desprende de la Encuesta sobre Tendencias Políticas y Electorales, realizada por el Grupo Estudio sobre Tendencias Sociales (GETS), que publica la revista Temas que preside el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra y dirige el catedrático de Sociología de la UNED, José Félix Tezanos.

La naturaleza de los problemas económicos, laborales y políticos que subyacen en la situación actual está dando lugar a que los cambios, malestares e inestabilidades no se registren solo en los espacios de la izquierda, sino que también, y de manera acelerada y creciente en los ámbitos del centro y de la derecha, señala el estudio que ha coordinado el propio Tezanos con la socióloga Verónica Díaz Moreno. Un estudio exhaustivo que mantiene el sistema de entrevista personal, en domicilio, con una muestra de 1.724 personas entrevistadas entre el 15 de septiembre y el 17 de octubre pasado. Además, de las preferencias electorales, el estudio se detiene en las actitudes de desafección política.

La intención de voto actual llevaría al PP a obtener un 32% de los votos, en el caso de baja participación y de un 29,4 con alta participación; en tanto que hace solo un año obtuvo el 44,6% de los votos. Los socialistas, que se quedaron con un 28,7% de los votos, obtendrían ahora un 30,1% en caso de baja participación y un 27,3 si hay más participación. Según este análisis el PSOE estabilizaría su caída, en tanto que se acentuaría la del PP. “Habría un reequilibrio mutuo descendente en las perspectivas electorales de los dos grandes partidos, con tendencia a una cierta equiparación, conectada a la mayor velocidad actual de caída del PP, debido, entre otros factores, a los desgastes del Gobierno”, interpreta el estudio. Si persistiera la actual correlación de fuerzas en las próximas elecciones generales, el resultado sería de empate técnico entre los dos grandes partidos, “con una diferencia solo de dos puntos entre ambos, lo que podría dar lugar a cierta incertidumbre en la distribución de escaños”.

Pero acaso lo más significativo de este estudio es que reduce y mucho el porcentaje de votos que sumarían entre PSOE y PP, que no pasaría del 60% entre ambos, cuando siempre han rozado el 80%. La abstención y un mayor apoyo electoral a IU y a UPyD explican este menor porcentaje de apoyo a los dos grandes partidos del sistema político español. Izquierda Unida obtendría un apoyo entre el 11,8 y el 12,1 de los votos, tres puntos más de los que obtuvo en noviembre de 2011. La intención de voto de UPyD sigue en ascenso ya que desde 4,4% de un año saltaría a un porcentaje del 7,8, con poca participación y 8,9 si hay gran afluencia a las urnas.

El PP en estos momentos podría perder más de un tercio de los votos que obtuvo en las elecciones generales, en tanto que el PSOE tiene mayores potencialidades subyacentes de recuperación de voto. “No solo por el volumen importante de apoyos electorales que ha perdido desde 2010, sino también por la mayor entidad del voto progresista que existe actualmente en España, en buena medida como reacción frente a la crisis, así como a causa de algunas inflexiones del voto potencial del PSOE”, señala este estudio que nunca se ha caracterizado por endulzar la situación del PSOE, tal como demuestran sus estudios anuales en tiempos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Así considera que sociológicamente “el PSOE es actualmente el partido que tiene más potencialidades de recuperación de votos, debido a que la mayoría de la población se sitúa en posiciones de izquierda moderada y de centro izquierda”, deducen los sociólogos intérpretes de las encuestas. Los electores del PSOE ubican al partido en espacios bastante próximos a los suyos, con una cierta inflexión de los electores que están algo más hacia la izquierda que el partido. “Lo cual revela que los espacios por los que el PSOE puede continuar perdiendo votos son los de su izquierda”. Izquierda Unida, por su parte, continúa siendo visto a la izquierda por sus propios electorales, lo que indica “que IU sigue recogiendo una parte del voto decepcionado del PSOE”.

A su vez, UPyD es visto por la opinión pública más hacia la derecha que lo que perciben sus propios votantes, por lo tanto, también UPyD capta votos moderados del PSOE. Las tendencias que refleja este estudio son especialmente negativas para el PP cuya desafección electoral puede continuar creciendo “ si no cambia la tendencia económica y no puede ofrecer resultados positivos en el terreno social y laboral”.

Como conclusión del extenso estudio, y siempre como tendencia, se reconoce un panorama muy “complejo y fluido”. No hay “liderazgos suficientemente respaldados y el deterioro de los dos grandes partidos de la transición pueden conducir a problemas de orfandad representativa, de frustración política, e incluso, de crisis de alternancia, lo cual podría producir a medio plazo dificultades serias de gobernabilidad”.