“Antes de llegar a la situación de Grecia y Portugal, merece la pena hacer huelga”

Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez van en tren de Segovia a Toledo. Los secretarios generales de CC OO y UGT, respectivamente, recorren estos días toda España pidiendo a los trabajadores que paren mañana, que no trabajen. De un lado a otro, y sin apenas tiempo, responden por teléfono. En sus respuestas se advierte que confían tanto o más en las manifestaciones de la tarde que en la huelga para que se vea la oposición a los recortes, a la reforma laboral y a los Presupuestos.

Pregunta. ¿Qué esperan de la huelga?

Cándido Méndez. Una gran participación que vaya más allá de una huelga laboral. Una participación activa de los ciudadanos. Hemos conseguido que cale que este es un problema que afecta a todos. Por tanto, espero que sea un gran acto de afirmación democrático. Y sería interesante que el Gobierno considerara el impacto como un aval ante Bruselas para oponerse a los recortes.

Fernández Toxo. Una respuesta masiva en los centros de trabajo y, sobre todo, una concurrencia multitudinaria a las manifestaciones, porque hay muchos que aunque quisieran no podrían hacer huelga, parados y pensionistas.

P. Parece que aceptan que tendrá seguimiento desigual: masivo en grandes empresas e industria, menor en pymes y en servicios.

F. T. Sí, pero por otra razón. Hay seis millones de parados. Y hay dos fenómenos a tener en cuenta: el miedo donde el sindicato es más débil, y la necesidad de la gente que tiene muchas dificultades para asumir la pérdida de un día de trabajo. De todas formas, creo que esta vez habrá una huelga más visible en las ciudades. Además, por las tardes se verá más cabreo en las manifestaciones.

P. ¿Por qué esta huelga?

C. M. Si a lo largo de la historia de este país se buscan razones para convocar una huelga, nunca ha habido más. Las hay de todo tipo: laboral, social, económico. En menos de un año, este país está dando un salto hacia atrás de 35 años. Sobran razones que vienen de la realidad, no de la dialéctica. Además, hay un punto que son las consecuencias de las elecciones en Galicia, allí la catástrofe de las políticas socialistas y la ley d’Hont han reforzado al PP y Rajoy puede llegar a la conclusión de que se refuerza su posición, cuando no es verdad.

En menos de un año, este país está dando un salto atrás de 35 años” Cándido Méndez, secretario de UGT

F. T. El desencadenante son los Presupuestos. Pero hay más cosas. Las medidas sobre la función pública (reducción de salarios, aumento de jornada, despidos más fáciles), el deterioro de los servicios públicos. La sanidad de Madrid es lo que está siendo más visible, pero es solo un ejemplo. También es una huelga preventiva, por lo que el Gobierno oculta sobre lo que va a hacer en el sistema público de pensiones. Y porque se trata de una huelga en el marco de una jornada de acción europea contra las políticas.

P. Huelgas generales ya se han hecho en Grecia, Portugal, España, pero no han cambiado las medidas. ¿Creen que lograrán algo haciéndola juntos?

F. T. Queremos llamar la atención del conjunto de la opinión pública sobre un conjunto de políticas que están haciendo estragos en la UE. Una apuesta por un modelo social, en el que se debería firmar un pacto social europeo y forzar a las instituciones para que haya un cambio de rumbo y diálogo, con una apuesta por el crecimiento y el empleo.

C. M. Es temerario decir que no se va a conseguir nada. En España ya hemos conseguido algo. No del Gobierno, pero hay una posición inequívoca del principal partido de la oposición sobre la reforma laboral: primero el recurso de constitucionalidad y segundo el compromiso de cambio cuando gobierne. Y luego este problema es europeo. Tiene una dimensión nacional, pero el problema tiene raíces en Europa. Somos la única organización europea [la Confederación Europea de Sindicatos] que dice no a los recortes y a esta política con hechos. Es normal que las acciones sean de intensidad distinta si en Austria hay un paro del 5% y en España del 26%.

P. Esta vez no hay un detonante específico de la huelga. ¿Puede ser eso un inconveniente?

F. T. Yo creo lo contrario. Es un claro exponente de que no estamos en un conflicto en el mundo del trabajo asalariado, por ejemplo una reforma laboral, estamos en un conjunto de políticas que no tienen precedentes en Europa. Y eso permite unir a muchos sectores de la sociedad española y le da a esta huelga un carácter distinto de las que hemos hecho en otras ocasiones.

C. M. Sí lo hay: los Presupuestos, que son la culminación de los recortes. Y la gente lo percibe así.

P. ¿Lo cree así?

C. M. Nos esforzamos para que sea así. Y cuando se le pregunta a la gente qué piensa que va a ocurrir en la economía, la verdad es que el pesimismo cunde. Sin entrar en los detalles, la gente está al tanto de los objetivos de la huelga y lo dice las encuestas.

P. Dos huelgas en un año, ¿no están pidiendo mucho a la gente?

F. T. No. La gente lo tiene que entender como una inversión en futuro. Antes de que llegue a la situación de Grecia y Portugal, creo que merece la pena participar en la huelga y en las manifestaciones. Hay un intento indisimulado de cambiar el modelo de organización social.

C. M. Las huelgas no están sometidas al calendario. Además, la singularidad de 2012 es que nunca ha habido un Gobierno que en nueve meses dé una marcha atrás de 35 años. Esta huelga es anticipatoria por el equívoco de las elecciones gallegas.