PP: el artículo 2 de la Constitución defiende la indisoluble unidad de España
Duro debate sobre el derecho de autodeterminación, rechazado por PP, PSOE y UPyD PP a ERC: “No mientan a los catalanes: Cataluña nunca fue soberana”
“Sean honestos, no mientan a la gente: Cataluña no fue nunca soberana. Han construido ustedes un relato falso. Han engañado ustedes. a los catalanes”. Con estos términos se ha dirigido el portavoz de la Comisión Constitucional del Congreso, Pedro Gómez de la Serna, al portavoz de ERC, Alfred Bosch, que pedía al Parlamento español “la restitución de la soberanía de Cataluña” mediante la derogación del Decreto de Nueva Planta promulgado en 1715 por Felipe V. Hasta entonces, Cataluña “disponía de plena subjetividad jurídica internacional y ejercía plenamente su soberanía”, defendió Bosch con el rechazo de todos los grupos salvo CiU y PNV.
Este debate se convirtió en la práctica en una continuación de la sesión del Parlamento de Cataluña en el que quedaron claras las posiciones de todos los grupos parlamentarios ante las elecciones en Cataluña del 25 de noviembre. El PP adelantó cómo responderá el Gobierno a la convocatoria de un referéndum por parte del Parlamento de Cataluña, como con seguridad propondrá CiU: “El modelo constitucional responderá con la ley porque hay mecanismos para garantizar la convivencia, la paz, y la unidad. El Estado garantizará la vigencia del artículo 2 de nuestra Constitución, que se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española”. PP, PSOE y UPyD unieron sus votos para rechazar esa proposición.
El socialista Joan Rangel, del PSC, acusó a CiU de buscar “el choque de trenes” entre los que pretenden la secesión y el inmovilismo”. Los socialistas defenderán a los que se consideran, como él, “catalanes y españoles, cada uno en el grado que quiera”. Joan Josep Nuet de Izquierda Plural se mostró a favor de votar “el derecho de autodeterminación” de Cataluña pero no el resto de peticiones de ERC, en parte porque su grupo representa “una pluralidad de sensibilidades” y no todas coinciden en los planteamientos históricos de ERC.
Fue un debate duro, aunque muy sobrio y las formas se guardaron escrupulosamente. Los comisionados escucharon en absoluto silencio los argumentos del popular Pedro de la Serna que dejó para el diario de sesiones una catarata de datos históricos, según su perspectiva y de la de numerosos historiadores, para terminar, después, con valoraciones políticas de presente. A su grupo entusiasmó y al resto no les dejó indiferentes aunque se vio especial incomodidad en el portavoz de CiU Jordi Jané y en el propio proponente. Para Jané, aunque votó a favor, al igual que el representante del PNV Aitor Esteban, la iniciativa no era del todo oportuna en una semana “de gran trascendencia histórica” en la que Artur Mas ha lanzado la propuesta de autodeterminación y de realizar un referéndum.
Tanto el popular Pedro de la Serna, como Rosa Díez de UPyD, pidieron al diputado de ERC “rigor y respeto” a la Cámara porque su petición de derogar la Ley de Planta no tenía sentido, toda vez que no está en vigor. Esa tesis también la esgrimió el socialista Joan Rangel: “Ese decreto, como toda la legislación franquista ha sido derogada por la Constitución”.
Pero sí le respondieron sobre la petición del derecho de autodeterminación: “Cataluña nunca fue soberana y ahora tampoco lo es; no es sujeto de Derecho Internacional”, aclaró De la Serna. “Cataluña jamás existió como nación –un concepto aún no vigente- ni como Estado. En 1700 Cataluña era un Principado, sí, un territorio con instituciones propias, sí, pero integrado en la Corona de Aragón y en consecuencia en España. Pero ni era un Estado soberano ni era una nación”. La iniciativa de ERC pedía al Parlamento y al Gobierno de España que se reconociera la independencia de Cataluña como lo fue hasta 1714, “momento en el que perdió su soberanía a causa de la invasión ilegítima por parte de las tropas castellanas y francesas”.
La Historia no fue así, replicó De la Serna. “Se trató de una guerra de sucesión, no de secesión. Y lo que había en Cataluña no era un sentimiento antiespañol, sino antifrancés. Ya lo dijo don Rafael de Casanovas: ‘Por nosotros y por la nación española peleamos’. Lo que querían los catalanes era movilizar a toda España contra el candidato francés, es decir, liderar España, el mismo propósito de Cambó, algo a lo que ustedes, los nacionalistas, han renunciado, por falta de ambición de país”.
El diputado popular subió el tono y expuso consecuencias dramáticas para una hipotética Cataluña independiente. “Con su hoja de ruta llevarán a los catalanes a la bancarrota y provocarán el derrumbe del estado de bienestar. Ni Montenegro ni Islandia: Chipre, Grecia o Padania. Sigan ustedes así, que las agencias de calificación ya han tomado buena nota y han bajado su bono al nivel de bono basura”. Los argumentos de los socialistas fueron distintos, ya en línea de lo que será la campaña del PSC: “Buscamos la convivencia y el modelo federal evita el choque de identidades”.
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