El adelanto coge al PSC sin candidato claro y con un programa por definir

Tras el adelanto electoral anunciado ayer por Artur Mas, el Partit dels Socialistes (PSC) trabaja ahora contrarreloj para definir su programa electoral y, lo que es más preocupante para el socialismo catalán, decidir qué candidato presentan. En el PSC aún no está claro ni qué sistema emplearán para escoger a su presidenciable ni su identidad. El que tiene más números es el primer secretario del partido, Pere Navarro, pero hay varios escenarios abiertos.

Sobre el proceso de elección parecen descartadas las primarias a la francesa (voto de militantes, simpatizantes y ciudadanía) por falta de tiempo material para que ese proceso insólito en la democracia española pueda desarrollarse con éxito. Otra opción serían unas primarias en las que voten militantes y simpatizantes, como las que se realizaron hace año y medio para elegir al alcaldable del PSC en Barcelona.

Pero ese escenario tampoco parece que tenga muchas posibilidades de prosperar, por lo que el más probable es que acabe decidiendo el Consejo Nacional del PSC, el máximo órgano entre congresos. Sería una votación secreta entre más de 430 cargos del partido que decidiría entre los candidatos que se presenten. Como el calendario es tan apretado, esa elección no se debería demorar más allá del fin de semana del 7 de octubre, con el fin de poder presentar ya al candidato ante la opinión pública.

Más allá del candidato, el PSC deberá definir también en qué consiste su apuesta por el federalismo y la necesidad de abrir un nuevo pacto constituyente como el de 1977, anunciado por Navarro hace unos días.

El Partido Popular quiere aprovechar estas elecciones para significarse como garante de la unidad entre Cataluña y España, frente a un PSC “perdido en sus disputas internas” y Convergència i Unió lanzando a “Cataluña al abismo”. Este es el panorama que describió la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, que culpó a Mas de esconder su “incapacidad” para gobernar. Pese a ello, no ha renegado del reiterado apoyo a las políticas de CiU durante toda la legislatura. El camino de “separar Cataluña del resto de España”, ha sentenciado, crea “fractura y división de la sociedad catalana”. Luchará para capitalizar los votos de los catalanes que se sienten españoles con Ciutadans, que ha pedido a los votantes que habitualmente votan en las elecciones generales pero no lo hacen en las catalanas que se vuelquen en las urnas para “defender lo que une y no lo que divide”.

También habrá batalla en el frente secesionista, que necesita desmarcarse del órdago de Mas. El presidente de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, optó por enfatizar la importancia de las elecciones y la utilidad del voto hacia ERC para ayudar a Mas en su proceso independentista: “Cuanto más fuertes seamos, más podremos ayudar al país”, ha resumido Junqueras. Solidaritat Catalana per la Independència apuntó que Mas solo defendió el derecho a la autodeterminación, por lo que la apuesta de SI es diferente al defender la independencia.

En medio de estos dos frentes, Iniciativa per Catalunya. El partido ecosocialista está a favor del derecho a decidir, pero, en palabras de su líder, Joan Herrera, ello no debe ser “una adhesión personal” a Mas. Herrera centró su réplica en denunciar los recortes y el balance que hizo Mas de las áreas más afectadas, educación, sanidad y servicios sociales. “Que vaya a un centro de salud o a una escuela a decir eso. No dura ni treinta segundos”.