El Gobierno niega que nacionalistas marroquíes hayan estado en Perejil
El Comité de Coordinación para la Liberación de Ceuta y Melilla dice haber izado banderas marroquíes en el peñón
Cinco jóvenes marroquíes desembarcaron hoy domingo en el islote de Perejil, cerca de Ceuta, y colocaron banderas de su país para reivindicar su soberanía, pero el Gobierno español negó la incursión sobre el pedrusco disputado entre España y Marruecos.
Nada más conocer la noticia la Guardia Civil de Ceuta, a una veintena de kilómetros de Perejil, envió allí a una patrullera cuyos hombres pusieron pie a tierra y recorrieron el islote sin encontrar rastro humano, según fuentes del instituto armado. Los nacionalistas marroquíes proporcionaron horas después pruebas gráficas de la presencia allí de cinco jóvenes que habían llegado a nado, pero no está claro cuándo tomaron las instantáneas.
“Tanto las autoridades marroquíes como las españolas, en estrecha colaboración, han comprobado la no certeza de la noticia”, difundida por la prensa española después de que varios medios recibiesen llamadas de de los activistas, según señaló un comunicado de la Delegación del Gobierno en Ceuta.
El Comité de Coordinación para la Liberación de Ceuta y Melilla (CCLCM) había anunciado el viernes, en un comunicado, su intención de exigir la “descolonización” de las plazas españolas mediante nuevas acciones, pero no precisó la fecha ni el lugar. El CCLCM está dirigido por Yahya Yahya, senador y alcalde de Beni Enzar, localidad pegada a Melilla, secundado por Said Chramti, que desde la frontera de la ciudad autónoma lleva años acosando a la policía española.
Ambos supervisaron desde la costa marroquí, a menos de 200 metros del islote, el desembarco de los activistas, según informó Chramti por teléfono a las 17.20 horas (hora de Madrid) a este corresponsal. Los jóvenes que, según dijo, tenían la intención de permanecer dos semanas en Perejil, no encontraron resistencia alguna porque está deshabitado desde que el Ejército español retiró, en 1963, a sus últimos hombres.
El islote tiene un estatus ambiguo porque su soberanía la comparten España y Marruecos y ninguno de los dos países puede tener presencia ni sus ciudadanos pueden instalarse allí. Ese fue el acuerdo que alcanzaron los Gobiernos de Madrid y Rabat, gracias a una mediación de EE UU, en julio de 2002 después de que un incidente colocase al borde de la guerra a las dos potencias vecinas.
El rey Mohamed VI envió allí, el 11 de julio de 2002, a un puñado de agentes de las fuerzas de seguridad que fueron desalojados, el 17 de julio, por los “boinas verdes” españoles que permanecieron en el islote hasta que se alcanzó el acuerdo bilateral gracias a los buenos oficios del secretario de Estado de EE UU Colin Powell.
El 29 de agosto, cuando el islote de Tierra, junto al Peñón de Alhucemas, estaba tomado por inmigrantes subsaharianos, esos mismos activistas del CCLCM entraron corriendo, provistos de banderas marroquíes, en el Peñón de Vélez de la Gomera en el que fueron apresados por soldados regulares españoles que les expulsaron. Antes de echarles les interrogaron y, según un comunicado de la Delegación del Gobierno en Melilla, reconocieron que habían sido pagados para hacer esa incursión. En esta ocasión las autoridades españolas si corroboraron la presencia en Vélez de los militantes nacionalistas.
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