El juez de Vigilancia visita a Bolinaga antes de decidir si lo libera
El magistrado decidió hacer esta diligencia tras el informe de la fiscalía contrario a la concesión de la libertad condicional
El juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, ha viajado a San Sebastián para comprobar en persona el estado del preso etarra Iosu Uribetxeberria, que sufre cáncer de riñón con metástasis en el cerebro y el pulmón, y hablar con los médicos que le tratan. El juez decidió ayer de oficio hacer este desplazamiento hasta el hospital Donostia en un trámite conocido como diligencia final, tras conocer el informe de la fiscalía de la Audiencia Nacional contrario a la concesión de la libertad condicional al secuestrador del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, al que ya se le concedió el tercer grado penitenciario por la grave enfermedad que padece.
El juez deberá determinar si resuelve su excarcelación o no en los próximos días, después de que la Fiscalía haya informado en contra de la concesión de la libertad condicional al recluso. El ministerio público se ha basado, para realizar su informe, en el de la médico forense de la Audiencia Nacional que considera que el preso no es un enfermo terminal y puede recibir tratamiento en prisión.
Por su parte, el Hospital Donostia, donde está ingresado Uribetxebarria, ya dictaminó que el cáncer de riñón con metástasis pulmonar y cerebral que padece es "irreversible", por lo que no puede ser tratado en la cárcel. En base a este informe, Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, le concedió el tercer grado. El juez De Castro se ha entrevistado con los autores de dicho documento para que se ratifiquen en su contenido y para plantearles varias cuestiones adicionales que el magistrado considera necesarias para tomar su decisión sobre la liberación.
La Fiscalía, sin embargo, ha fundamentado su oposición a la excarcelación en el informe médico forense de la Audiencia Nacional, que establece que el recluso puede llevar un tratamiento en prisión y que el cáncer que sufre no es terminal, a pesar de que su patología le da una esperanza de vida media de 11 meses y 10 días. El fiscal le exige, además, que pida perdón a las víctimas y repudie expresamente y por escrito la violencia de ETA, un requisito que hasta ahora no se había impuesto a presos etarras con enfermedades incurables.
Tras conocer de primera mano el estado del enfermo y las aclaraciones de los facultativos que lo tratan, el juez decidirá si otorga la libertad condicional. Su resolución se espera para mañana o pasado, según fuentes de la Audiencia Nacional.
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