Ruiz-Mateos esquiva a la Justicia por quinta vez en un año
La juez decidirá en las próximas horas sobre el futuro del empresario La acusación se plantea pedir el ingreso en prisión del dueño de Nueva Rumasa
José María Ruiz-Mateos no ha comparecido finalmente hoy en el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, donde se le esperaba a las doce del mediodía para declarar como imputado por un caso de presunta estafa. Tras escuchar las razones expuestas por la defensa del empresario jerezano, la jueza María Pascual decidirá entre hoy y mañana cuál es el siguiente paso a seguir en el proceso judicial.
Por quinta vez en un año, Ruiz-Mateos ha evitado presentarse ante la Justicia. Por orden de la magistrada, el fundador de Nueva Rumasa fue detenido ayer en su domicilio de Somosaguas (Madrid) para garantizar su presencia ante el tribunal de Palma. Pero, a las once de la noche, después de que Ruiz-Mateos permaneciera detenido durante doce horas en la comisaría de Pozuelo de Alarcón, la jueza decretó su puesta en libertad “por razones humanitarias y dada su avanzada edad”. En el auto judicial, se ordenaba que el empresario, de 81 años, compareciera hoy en los juzgados “desplazándose por sus propios medios”.
Esta mañana, no obstante, el abogado de Ruiz-Mateos, Marcos García Montes, ha viajado hasta Mallorca y ha anunciado que su cliente no se presentaría a su cita con la Justicia por encontrarse indispuesto: “Está de médicos, porque estuvo doce horas detenido. No comió, es una persona mayor. Imagino que no estará absolutamente nada bien y estará pendiente de lo que le digan los médicos”. A la salida de los juzgados, el letrado anunció que no descarta tomar medidas contra la magistrada por ordenar la detención de su representado, lo que ha calificado como una “acción poco usual” y “un despropósito”. García Montes ha asegurado que Ruiz-Mateos “tenía la firme intención de acudir a declarar” de no haberse producido su detención y ha anunciado también que la familia presentará al juzgado el informe del chequeo médico practicado hoy a su representado.
De hecho, médicos del servicio de urgencia de la Comunidad de Madrid acudieron a la casa del empresario, donde constataron que tenía una dolencia de carácter leve. Según Ignacio Fernández, el portavoz de la familia, Ruiz-Mateos presentaba descoordinación en el habla y problemas de circulación. Fernández recordó que el empresario padece la enfermedad de Parkinson. Ya por la tarde, el portavoz aseguró que se encontraba en "perfecto estado de salud".
Por su parte la abogada de la acusación, Isabel Fluxà, afirmó que valorará con sus clientes la posibilidad de solicitar contra Ruiz-Mateos medidas cautelares que podrían incluir el ingreso en prisión. Fluxà se ha declarado “indignada” y ha tildado la actuación del empresario jerezano de “tomadura de pelo a la justicia y a todos los españoles”. Ruiz-Mateos y sus seis hijos varones están imputados por una presunta estafa por el impago de 13,9 millones de euros en la compra de un complejo hotelero al grupo empresarial Miralles, en el año 2006. Sobre ellos pesa una fianza de responsabilidad civil de 18,5 millones de euros, y la prohibición de abandonar el territorio nacional sin autorización judicial. En los juzgados de Palma se investiga a los mandatarios de Nueva Rumasa por otras dos causas similares: un fraude de 12 millones en la adquisición de la sociedad Hoteles Costa Oriental y otro caso denunciado por Inversiones Insulares Radó.
Desde el inicio de las diligencias judiciales, hace poco más de un año, el empresario jerezano ha faltado a las citaciones de la jueza hasta en cuatro ocasiones. Ignoró el primer requerimiento judicial, alegó una indisposición en el segundo y asistió al tercero, aunque únicamente para acogerse a su derecho a no declarar. Para esquivar la cuarta cita con la justicia se escudó en un supuesto error de su abogado, y para la última, el 27 de julio, la excusa fue una presunta fractura en un dedo del pie que, según el parte médico que presentó, le exigía “reposo y la prohibición de viajar en avión hasta nuevo criterio médico”. Un informe forense posterior concluyó que dicha lesión no le imposibilitaba acudir a los juzgados de Palma, por lo que la jueza decidió asegurarse su comparecencia mediante la orden de detención que se ejecutó ayer.
En el auto de búsqueda y captura, la magistrada argumentó que Ruiz-Mateos no tenía derecho a “a reírse de la Administración de Justicia, ni a dificultar u obstaculizar la tramitación de la presente causa sin justificación para ello”. El lunes pasado, Ruiz-Mateos advirtió de que su asistencia a la citación judicial de hoy era “lo de menos” y que “de nada sirve que después de 30 años me sigan hablando de que hay que cumplir con la Justicia”. No obstante, el martes anunció su intención de presentarse en los juzgados de Palma “de manera voluntaria”.
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