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“Hilary y yo nos entendemos”

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación confiesa tener pecados de cierta entidad pero ahora no le viene ninguno a la lengua

Pregunta. Cuentan que es el más ganso del Gabinete.

Respuesta. Hago lo que puedo. A mal tiempo, buena cara.

P. Dice tener más cancha entre el público masculino, porque el femenino ignora que “se pierde en edad, pero se gana en técnica”. ¿Tiene una técnica extraordinaria?

R. Con el público femenino, después de un primer matrimonio fallido, me he retirado. Estoy dedicado en cuerpo y alma a mi mujer, con una continencia hasta mental.

P. ¿Se arrepiente de haberse venido de Bruselas?

R. Yo sabía la que se venía encima, porque en Bruselas éramos plenamente conscientes de la situación que íbamos a heredar.

P. ¿Cuándo empezarán a tener ustedes la culpa de algo que no sea herencia de Zapatero?

R. Cuando acabemos de pagar las facturas heredadas.

P. Un elefante impidió que el Rey presentara el pasado 25 de abril la marca España. ¿Con qué otra mascota cuentan?

R. De elegir una mascota, mi casa está llena de gallos, porque en el colegio mis compañeros, ya entonces amables, me llamaban el gallo Margallo. Mi primer barco de vela se llamó Kikirikí, y tenía una bandera con un gallo.

P. ¿Cuál es la aportación de su cuerpo serrano a la marca España?

R. Mi cuerpo serrano intenta impulsarla, y coordinar a todos los que tienen que representarla.

P. No irá a prescindir del toro de Osborne.

R. Forma parte de la marca España, pero yo tengo la obsesión de salirme de los estereotipos del España es diferente, y apuntar más a nuestra cultura, a la lengua, al patrimono, a nuestros gastrónomos, pero también al tren de alta velocidad entre Meca y Medina o los proyectos de energías renovables que vamos a poner en Marruecos.

P. ¿Cuál ha sido hasta ahora su mayor quebradero de cabeza?

R. El de Repsol-YPF no está mal; el de Red Eléctrica ha sido menor. Pero yo procuro siempre pensar hacia adelante. Me eduqué en el País Vasco, y allí hay un refrán que dice: no les cuentes nunca las penas a tus amigos; que les divierta su padre.

Perfil

Con 67 años y tres hijos, se dice apasionado del mar y de navegar con su velero. Confiesa su gusto por las corbatas, los zapatos y la ropa, y le encanta ir hecho un pincel: “Dado que la naturaleza no ha sido demasiado generosa conmigo, tengo que adornarme lo que puedo”. Pronto al chascarrillo y al refrán, madridista, admirador de Hernán Cortés y de Astérix, opina que lo importante en la vida es reír.

P. ¿A qué mandatario internacional no iría nunca a ver sin tomarse un lexatín?

R. A Cristina Kirchner, con la que, a pesar de todo, quiero entenderme.

P. Y yo que pensaba que era su oscuro objeto del deseo.

R. Ya le he dicho que estoy retirado.

P. Entonces, un plan B con Evo Morales ni se contempla.

R. Hombre, soy aburrido en casi todo. Si practico la continencia heterosexual, imagínese la otra. Yo soy un señor muy corriente: católico, monárquico, de centro.

P. Cuando la expropiación de Repsol afirmó que Argentina se había pegado un tiro en el pie. ¿Fue superoportuno?

R. No. La frase fue desafortunada, y lo reconocí en el Senado inmediatamente.

P. ¿Estuvo mejor al decir que Merkel siempre llega quince minutos tarde a los problemas momentos antes de ir a verla?

R. La frase en sí misma es muy gráfica. Creo profundamente que la Unión Europea tarda mucho en resolver los asuntos y se nos pudren. Grecia es un ejemplo.

P. ¿Entre Merkel y Rajoy hay rollo?

R. Yo creo que se entienden bien, que tienen una complicidad importante. Pero le aseguro que no hay el menor rollo de otro tipo.

P. No como usted con Hillary.

R. Hillary y yo tenemos el mismo rollo que Rajoy con Merkel. Nos entendemos, nos divertimos mucho y nos somos leales en todo.

P. ¿Quién es el que más raja en el Consejo de Ministros, el López Aguilar de la situación?

R. Habla mucho un buen amigo mío, José Ignacio Wert; por supuesto, la vicepresidenta, y, desde luego, el que más habla es el Presidente, que para eso lo es.

P. ¿Rajoy es su norte y guía?

R. Es amigo mío desde hace mucho tiempo. Y recuerdo lo que le dije a Iñaki Anasagasti cuando me preguntó por mis relaciones con él: que los curas tienen tres votos, pobreza, castidad y obediencia, y yo tengo un cuarto: la devoción mariana.

P. ¿Rajoy hace algo mal?

R. Todavía es un ser humano.

P. Ose citar un error del prócer.

R. Si tuviera que pedirle algo, sería que comunique más, que se acerque más, porque en distancias cortas es magnífico.

P. ¿Quién es el mayor tostón que ha tenido que aguantar como ministro?

R. Es que no me he aburrido prácticamente con nadie. Las entrevistas a alto nivel son muy cortas. La diplomacia ya es muy poco chau-chau. Personajes atractivos son Hillary Clinton, Alain Juppé, mi colega francés, y Schäuble, el ministro de Finanzas alemán.

P. ¿Tiene pecados de una cierta entidad?

R. Sí, debo de tener unos cuantos.

P. Pero no le vienen a la cabeza.

R. Lo que no me vienen es a la lengua [risas].

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