La policía detiene al autor del triple asesinato en un club de Don Benito

A las cinco de la madrugada, ocho agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional irrumpían en una vivienda de la calle del Tajo, en la localidad pacense de Don Benito. Ajeno a lo que se le venía encima, era detenido José Sánchez Mauriño, de 42 años, supuesto autor del triple crimen ocurrido hace tres semanas en un club de alterne de la localidad. El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Don Benito ordenó su ingreso en prisión provisional y sin fianza. Desde esta noche permanece en la cárcel de Badajoz, según fuentes policiales.

La operación se inició pasadas las cuatro y media de la madrugada, cuando salieron los agentes de la comisaría de la localidad, que se encuentra a unos 300 metros de la casa donde pernoctaba Sánchez Mauriño. En la zona se desplegaron un grupo de 40 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP, más conocidos por antidisturbios) de Madrid, ya que se trataba del barrio del Noque, una zona calificada como “conflictiva” por la policía. Los geos se parapetaron delante de la puerta de entrada y a las cinco de la madrugada la tiraron abajo. Entraron a la carrera por la vivienda, que consta de dos habitaciones, y encontraron al supuesto autor del triple crimen dormitando en una de las estancias. En la otra se hallaba su hermano, que también fue detenido.

“Ha sido todo muy rápido y no ha podido ni moverse. Cuando se ha querido despertar, ya estábamos encima de él”, explicaron fuentes del GEO. En una primera inspección de la casa, no hallaron ninguna arma de fuego.

El detenido se había convertido desde el pasado 17 de marzo en una de las prioridades de la policía. Ese día, un hombre entró entre las 22.00 y las 22.30 en un local de alterne llamado Tamarín, situado a unos dos kilómetros del casco urbano, y disparó contra un camarero y dos clientes que estaban en el cercano centro de desintoxicación Tu paz es posible. Para ello utilizó una escopeta que todavía no ha sido recuperada.

Uno de los fallecidos fue el camarero, que se había quedado de encargado al marcharse el dueño a cenar. Se llamaba Agustín Estirado, de unos 40 años. Tenía tres hijos y era natural de Usagre. Llevaba trabajando cuatro años en el local, según explicó al día siguiente el responsable del local, José Antonio Ravelo.

Los otros dos fallecidos eran toxicómanos residentes en el centro de desintoxicación. Se trataba de Santiago Sánchez Ruiz, de 41 años, natural de Don Benito y que tenía dos hermanos; y Fermín Corbacho, de 48 años y procedente de Guareña.

El cadáver del camarero fue hallado en uno de los pasillos del club. Los otros dos cuerpos estaban fuera del establecimiento, pero dentro de su recinto, en el interior del vallado. Las primeras hipótesis apuntan a que los toxicómanos acudieron al club Tamarín al oír los disparos de la escopeta.

Detrás del tiroteo estaba, supuestamente, el impago de un servicio a una de las prostitutas que trabajan en el local. El camarero le recriminó su actitud. El presunto homicida sacó una pistola, pero su acompañante se la arrebató. Acto seguido, el hombre salió a su coche y cogió la escopeta.

La policía detuvo al día siguiente al acompañante del supuesto criminal. Quedó en libertad al ver que no había tenido relación con los hechos. Desde entonces, los esfuerzos policiales se han centrado en el vecino de Don Benito.

Sánchez Mauriño había sido detenido en 20 ocasiones, una de ellas por tentativa de homicidio. Ha pasado la mayor parte de los últimos diez años en prisión, de la que había salido recientemente, según explicó el jefe superior de Policía en Extremadura, Miguel García Izquierdo. El detenido se negó a declarar en dependencias policiales. Su hermano, A. F. S. M., quedó en libertad con cargos.