"Las oportunidades laborales se reducen para quienes están entre los 35 y 50 años"
"La crisis se eleva al cuadrado para los que somos inmigrantes porque no tenemos familia a quien acudir si no tenemos trabajo"
Emigré de Colombia con el propósito de buscar otras oportunidades laborales y de estudios, pues en mi país eran cada vez más reducidas y desesperanzadoras. Tras diez años en España no he conseguido ni lo uno ni lo otro. La crisis económica, y su posterior reforma laboral, no me cogen por sorpresa porque siempre he vivido en una.
En el tiempo que llevo en este país no he tenido la oportunidad de ejercer como periodista. He mandado currículos a muchos lados pero no me han llamado de ninguno. Los únicos trabajos que he podido conseguir son de ayudante de camarera, de ayudante de cocina y de limpiadora. En ninguno de ellos he tenido un contrato en condiciones. Bueno, en algunas ocasiones ni contrato; me han pagado en negro porque no tenía más opción: o eso, o nada. No he ganado nunca mil euros, si llegaba a 800 era una lotería. No he cotizado a la seguridad social todas las horas trabajadas, siempre eran menos de las reales y cuando la cosa empezó a ir mal, fui de las primeras a las que empezaron a recortarle en horas, en días, en vacaciones, en todo. Tras siete años en un mismo sitio me mandaron a la calle sin un euro por los años trabajados.
En estos tiempos hablamos de los jóvenes desempleados entre los 20 y 34 años, del alto índice de paro que existe entre ellos actualmente. Pero dejamos de lado algunos sectores de la población para los cuales la crisis es por partida doble. Me refiero a la franja de población comprendida entre los 35 y 50 años, cuyas oportunidades laborales se ve reducida con los años cumplidos. Y si a eso le sumamos su condición de inmigrantes, la crisis se eleva al cuadrado, pues muchos de los que nos encontramos en esta tesitura no tenemos familia a quien acudir si no tenemos trabajo, y nuestra legalidad y estancia en este país pasa por cotizar a la seguridad social un mínimo de seis meses por año, lo que se ha vuelto una labor quijotesca en las actuales circunstancias. Encontrar un trabajo ahora mismo donde nos garanticen unas mínimas condiciones laborales se convierte en misión imposible; yo, por lo menos, no lo he conseguido.
Liz Yuly Cardona Nieto
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.