"He cambiado todos mis sueños por uno más simple y escueto: trabajar"

Tengo 23 años, me licencié en cuatro años en Filología Hispánica porque era mi "vocación", y decidí empezar a prepararme para mi futuro laboral. Hubo una época en la que aspiraba a ser algo más que mileurista, a tener el trabajo de mis sueños, pero ahora, con una licenciatura, un máster, un buen nivel de inglés y algo de francés bajo el brazo, ni siquiera aspiro a llegar a mileurista.

He cambiado todos mis sueños de trabajar en aquello que me gusta: la lengua, las editoriales, la corrección de textos... por uno más simple y escueto: TRABAJAR.

Y aunque he tenido trabajos temporales, becas y períodos de prácticas, mi único ingreso actual es lo poco que gano por dar unas horas de clases particulares y por tocar en la banda de un pueblo. Aún así, no me dejo llevar por el pesimismo, porque más que "parada" quiero estar "pre-parada", y para ello quiero animar a todos los que están en mi situación a no dejarse arrastrar por el síndrome del paro: que sí, que somos una cifra más en el registro del Inem, pero eso no quiere decir que debamos estar en casa, sino que hay que aprovechar este tiempo para seguir formándose.

Porque cuando salgamos de esta crisis, en ese momento, seremos muchos los jóvenes preparados para el mercado laboral, y habrá mucha más competencia. Por eso, aunque teóricamente ya he acabado mis estudios, sigo formándome cada día, con cursos, con nuevos idiomas, e incluso planteándome estudiar otro máster o algo que, el día de mañana, me haga resaltar sobre un montón de currículos.

Y es que aunque tarde, el momento en que se nos volverá a valorar llegará, y al menos yo, quiero estar preparada.