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"Los meses que llego a 350 euros representan un éxito extraordinario"

"La mayoría de las ofertas que encuentro exigen un nivel de experiencia surrealista y un nivel de idiomas altísimo. Me han rechazado en todas por eso"

Muy señores míos:

Buenos días, me llamo Juan Enrique, tengo 29 años y soy Ingeniero de Caminos, cuando acabé la carrera estuve un tiempo trabajando en una constructora, pero cuando se ejecutó la promoción, la empresa cerró y desde entonces llevo año y medio desempleado.

Durante este tiempo he intentado perfeccionar mi nivel de idiomas, y actualmente estoy cursando un máster en administración de empresas. De igual modo, para costearme mis gastos, puesto que vivo en casa de mis padres, doy clases particulares a niños de cualquier edad. Los meses que llego a 350 euros representan un éxito extraordinario.

Al mismo tiempo, dedico una hora diaria a enviar currículos a cualquier oferta que pueda encontrar. Me es indiferente el nivel de estudios que pidan y el salario que puedan pagarme (el hecho de tener un contrato y cotizar a la Seguridad Social sería una proeza para mí).

En la actualidad sobrepaso los 2.000 currículos enviados a todo tipo de ofertas, de todo tipo de países. La última vez que me llamaron para realizar una entrevista telefónica fue en mayo de 2011.

La amplia mayoría de las ofertas que encuentro exigen un nivel de experiencia surrealista (7, 10, incluso 15 y 20 años) realizando funciones ultra-específicas, al igual que un nivel de idiomas altísimo, no sólo en inglés que ya dan por hecho que es del tipo C1, sino francés, alemán, ruso, árabe, búlgaro... lo que puedan imaginar.

De esta manera quiero desterrar el bulo creado alrededor de la necesidad en Alemania de contratar ingenieros. Específicamente he enviado allí más de 200 currículos contabilizados y me han rechazado en todas y cada una de las ofertas por los motivos anteriormente expuestos. Aunque, debo resaltar que el trato dado por las empresas alemanas dista mucho del trato despectivo recibido de las españolas.

En cuanto a España, la inversión en obra civil se ha reducido en un 60% y bajando; y el desempleo en mi colectivo se ha multiplicado por 10 en los últimos tres años (algo como si en España hubiéramos pasado de 2 a 20 millones de desempleados en este período). Lo cual establece un panorama bastante tenebroso para toda mi generación a nivel nacional en los próximos años.

Resumiendo, trabajar en el extranjero es inviable por la escasez de recursos económicos que poseo, la falta de experiencia y el hecho de no poseer un nivel de idiomas estratosférico. Trabajar a nivel nacional, directamente imposible. La única opción es diversificar, formarme en otras áreas con las esperanza de encontrar un trabajo ahí, continuar aceptando trabajos basura e ilegales y olvidar que he dedicado mi juventud a adquirir una formación excelente que nunca llevaré a la práctica.

Juan Enrique Téllez

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