"Sueño con ser mileurista, tener familia, casa... creo que no es mucho pedir"

Mi experiencia profesional en esta vida ha sido un conjunto de despropósitos. Estudié Comunicación Audiovisual, hice prácticas no remuneradas en un medio local. Luego busqué trabajo en medios de comunicación sin mucho éxito. Terminé la carrera en 2005 y desde entonces no he parado de formarme. Hablo inglés e italiano, me he formado en diferentes ramas del diseño multimedia: vídeo, gráfico, web...

Hice un máster en diseño web hace tres años y el año pasado hice el Máster de Profesorado de Secundaria y Escuela de Idiomas. Sé programar en PHP, mysql, javascript, actionscript, XHTML y CSS, aunque es muy difícil encontrar empleo como programador para alguien que no sea ingeniero o haya estudiado un FP de informática, a pesar de contar con un portfolio extenso en programación.

Una vez, estuve dos semanas de prueba en una empresa que, según ellos, eran líderes en el sector de la información agraria. Querían un portal de noticias muy similar al de EL PAÍS. Después de tenerme dos semanas de prueba, me comentaron que me harían un contrato de 600 euros al mes como autónomo, cuya autonomía debía pagarme yo. El contrato exigía que debía tener el proyecto acabado en dos meses. Obviamente rechacé la oferta por ser insultante.

He trabajado "con enchufe" en una productora cuyo sueldo era 50 euros al día por estar prácticamente todo el día, de sol a sol. Fue un contrato eventual de un mes. Me resultó interesante que toda la plantilla tuviera menos de 30 años. Todos entraban a las nueve de la mañana y en teoría la hora de salida era a las 18.00, aunque casi todos los días salían a las 20.00. Nadie se quejaba porque en Sevilla eso es una práctica generalizada. Las horas extra no se pagan.

También he trabajado como profesor de 3dstudio para un curso de formación continua en una academia privada, la cual me pagaba a ocho euros la hora por un curso de 100. Mi último trabajo fue de webmaster a media jornada en una empresa familiar durante un año, del que solo la mitad  estuve contratado legalmente. En enero la empresa quebró y me vi en la calle. Además, me deben dos mensualidades que dudo que vaya a cobrar.

Ahora, a mis 31 años, sigo viviendo en un piso compartido, no tengo trabajo ni expectativas de tenerlo. Mi sueldo máximo fue trabajando en hostelería cuando aún no había acabado la carrera: 1200 euros. Sueño con ser mileurista algún día, tener familia, casa... creo que no es mucho pedir.

Me siento estafado por un sistema productivo que nos engaña y extorsiona. Las condiciones laborales van a peor y la cartera de parados no cesa de aumentar. Cada día estoy mejor formado, tengo un currículo extenso y, a pesar de tener un perfil profesional muy polivalente, no consigo destacar en nada y las empresas no me dan oportunidades.

Hace unos días decidí emigrar. Pienso irme a cualquier país que aprecie a los trabajadores, no como personal al que explotar, sino como talentos a los que cuidar para su éxito empresarial. Mi formación es un tesoro acumulado y en España me siento menospreciado. Otro sobrecualificado que se va.

Antonio