El Gobierno afronta hoy el primer envite contra la reforma laboral

Muchos momentos trascendentes tendrá la reforma laboral que el Gobierno quiere implantar en España: presión, negociación, debate… Habrá de todo, aunque hoy mismo el Ejecutivo se hará una idea cabal de lo que puede esperar del resto de los grupos parlamentarios. La ocasión se presenta con la defensa del Grupo Socialista de una moción en la que se pide “dejar sin efecto el Real Decreto Ley 3/2012 de medidas urgentes sobre reforma laboral”. Así, directamente, que se retire.

Con sus propios votos, el Grupo Popular derrotaría esa moción pero quiere ir con compañía. Durante la mañana y primera hora de la tarde, se producirán los contactos del grupo mayoritario, que dirige Alfonso Alonso, para derrotar la iniciativa del PSOE. El estilo de CiU, uno de los consultados por los populares, tratará de dejar su impronta desde el primer momento, como ya lo intentó en “la reformita”, según apreciación del PP, del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. CiU no quiere despachar hoy el asunto con un rechazo, sin más, sino que intentará pactar un texto asumible por el grupo proponente y por el Ejecutivo.

Desde luego, la pretensión inicial del PSOE es imposible, cual es la retirada. Tampoco será asumida su petición de “convocar a los interlocutores sociales para negociar” otro texto. Pero sí es factible tratar de los siguientes puntos de la moción, como son la incorporación de los acuerdos alcanzados entre patronal y sindicatos hace poco más de un mes, el 25 de enero, que culminó con un Pacto de Rentas y las bases para la flexibilidad interna de las empresas.

Mientras CiU negocia con los dos grandes, el resto de los grupos de la izquierda trabajarán sobre la propuesta de los socialistas, habida cuenta de que los grupos pequeños están también por la retirada del decreto.

Las fuentes parlamentarias consultadas auguran que las conversaciones derivarán en el rechazo de los grupos a la petición central de retirada del decreto pero con la oferta de negociar enmiendas en el momento oportuno. Este llegará una vez que el decreto sea convalidado el próximo jueves y se convierta, por otra votación, en un proyecto de ley, susceptible de modificaciones.

Esa será la oferta, pero si el PSOE no acepta la transacción, lo que tiene en su mano al ser el grupo autor de la iniciativa, el marcador de votos del Congreso, a favor y en contra de retirar el decreto, registrará la primera fotografía de los apoyos con los que saldrá en primavera la reforma laboral de Mariano Rajoy. No habrá sido una pérdida de tiempo, porque las conversaciones de hoy habrán sido el prolegómeno de las negociaciones para la convalidación del decreto del próximo jueves. Negociaciones y conversaciones que en absoluto introducirán “cambios sustanciales”, se avisa desde el Grupo Popular. Que nadie se llame a engaño.