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Los funcionarios del juzgado: "Han golpeado a uno de los nuestros"

Los empleados de la Audiencia Nacional que trabajaron con Garzón salen en apoyo del juez

Los trabajadores de la Audiencia Nacional despiden a Garzón, en 2010.
Los trabajadores de la Audiencia Nacional despiden a Garzón, en 2010.GORKA LEJARCEGI

"Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sufrido cómo de repente una ilusión o una esperanza que han mantenido durante algún tiempo se ven absolutamente truncadas por la más cruda realidad". La realidad a la que hacen referencia los funcionarios del Juzgado de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional es la condena que el Tribunal Supremo dictó ayer contra su antiguo jefe.

El juez Baltasar Garzón, "uno de los nuestros" y un "modelo", como le califican en comunicado difundido hoy, ha sido "golpeado muy duramente". El exmagistrado de la Audiencia Nacional "ha sido, es y será para nosotros ese referente y la cabeza visible de una forma de hacer justicia, pero JUSTICIA con mayúsculas", recuerdan los trabajadores del juzgado para después añadir: "Nadie como él ha sabido sintetizar con su trabajo y dedicación lo que para nosotros, y entendemos para la mayoría de los españoles, debe ser la función de un juez. 

Los funcionarios repasan su trabajo, que "ha marcado una impronta y ha desarrollado a lo largo de sus 23 años en la Audiencia Nacional una manera de trabajar que ya están presentes para siempre en aquellos que hemos tenido el privilegio y el orgullo de trabajar con él y que seguramente nos acompañará toda la vida". "Debemos considerarnos verdaderamente unos privilegiados", agrega el comunicado, "ya que hemos tenido la suerte de haber contribuido con nuestra pequeña colaboración en hacer la vida de los españoles, e incluso de otros ciudadanos del mundo, un poco más llena de confianza y de fe en el Estado de Derecho y en la justicia".

"Creemos firmemente que la sociedad española ha perdido a uno de los más grandes defensores de ese Estado de derecho, y hemos comprobado con verdadero estupor como esa persona... ha sido arrojada hacia la más grandes de las miserias... Parece como si nos faltase algo. Lo peor de todo es que desgraciadamente ese algo ya nunca volverá. Fue en efecto un día muy triste para la justicia", concluyen los empleados del juzgado.

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