El PP intentará frenar al FAC con la excasquista Mercedes Fernández
Rubalcaba viajará a Oviedo el sábado para respaldar la proclamación del líder del PSOE asturiano, Javier Fernández, como candidato el 25-M
Los partidos asturianos ultiman la gran batalla del 25 de marzo por el control del Principado una vez que el efímero Gobierno en minoría de Francisco Álvarez-Cascos, el ex secretario general del PP que hace trece meses rompió con este partido y constituyó su propia formación, optó el día 30 por disolver la cámara y convocar elecciones anticipadas al cabo de sólo medio año de su investidura.
Los socialistas, que el sábado, en su 38 congreso, celebrado en Sevilla, anunciaron que se volcarán en las elecciones andaluzas y asturianas para intentar invertir su tendencia electoral y sacudirse el derrotismo, comenzarán el sábado, su despliegue en el Principado. El nuevo secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, viajará a Oviedo para respaldar la proclamación del líder socialista asturiano, Javier Fernández, como candidato electoral. Fernández repetirá así por segunda vez como cabeza de lista.
El PP, la formación más damnificada en los últimos comicios autonómicos asturianos de mayo pasado por la irrupción del partido casquista (Foro Asturias Ciudadano, FAC), cambiará de candidata: Isabel Pérez-Espinosa, que lideró la lista del PP en 2011, no repetirá ahora. Se da por seguro que la opción popular la encabezará la actual diputada nacional Mercedes Fernández, que ya fue el cartel del PP al Congreso por Asturias en los comicios generales del 20 de noviembre. Fernández fue durante varias décadas la persona más leal y afín a Álvarez-Cascos, con quien mantuvo una relación de extrema confianza hasta que en enero de 2011 el ex ministro abandonó el PP.
Cascos aspirará por segunda vez a presidir el Principado en unos comicios que fundamentalmente van a ser interpretados como un examen a su gestión de los últimos siete meses.
Javier Fernández, uno de los dirigentes regionales socialistas que primero se decantó a favor de Pérez Rubalcaba frente a la opción de Carme Chacón para sustituir a José Luis Rodríguez Zapatero en la secretaría general del PSOE, acaba de ser respaldado como candidato por la comisión ejecutiva regional aunque se le está pidiendo que renueve el resto de la lista electoral. Su proclamación, este sábado, por el comité autonómico de la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) se da por segura.
Frente a la gran debacle socialista en España, el partido ha logrado resistir el desgaste en Asturias: en las elecciones autonómicas de mayo fue la formación más votada (aunque obtuvo un escaño menos que FAC) y en las generales del 20 de noviembre, empató a diputados con el PP, aunque se quedó 6,22 puntos porcentuales por debajo en sufragios. Ahora los socialistas tratan de rentabilizar la división de la derecha que, por segunda vez desde 1995, ha hecho ingobernable la comunidad las dos únicas veces que la izquierda perdió el Gobierno.
El PP volverá a disputar con Álvarez-Cascos el liderazgo en el espectro conservador del electorado. En mayo, FAC se quedó con la mitad de los votantes del PP, y relegó al partido de Mariano Rajoy a la condición de la tercera fuerza política en Asturias. Pero en noviembre, en los comicios generales, la dirección nacional de los populares recuperó a una antigua casquista, Mercedes Fernández, para neutralizar el efecto de FAC. La operación dio resultado: el PP ganó en Asturias, aunque sin llegar a hundir al PSOE, pero el daño para Cascos fue relevante. FAC perdió casi la mitad de sus votantes. Ahora el PP quiere repetir la fórmula y la proclamación de Mercedes Fernández es sólo cuestión de días La ex edil ovetense y diputada autonómica Isabel Pérez-Espinosa ya sabe que no repetirá como cartel electoral.
Francisco Álvarez-Cascos está dispuesto a dar la batalla por segunda vez. Ya lo hizo público y no va encontrar oposición en un partido hecho por él mismo a su medida. El 25 de marzo tratará de lograr la mayoría absoluta que no le dieron las urnas en mayo. Invocará para ello el espectro del supuesto pacto de bloqueo urdido de forma soterrada, según su versión, por PP y PSOE. Pero este discurso no le dio demasiado resultado en las generales de noviembre: aunque logró un escaño en el Congreso (un hito sin precedentes para una formación que se define como asturianista), sufrió un fuerte castigo y fue abandonado por la mitad de sus votantes. Según la última encuesta de Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ese desgaste continuó en enero antes de que optara por disolver la cámara y admitir de facto su incapacidad para pactar los presupuestos con otras fuerzas parlamentarias.
Las elecciones anticipadas serán un examen para todas las fuerzas políticas asturianas pero para FAC serán probablemente el ser o no ser de su proyecto político.
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