Gómez se queda solo al pedir primarias para nombrar al secretario general

Cerca de un millar de delegados participarán en el 38 Congreso, que se celebrará a mediados de febrero. Pese a que el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, ha insistido estos días en que el nuevo secretario general debía ser nombrado en una consulta directa con los militantes, se ha quedado solo en su propuesta. "He venido a defender el derecho de los afiliados a que se decida el futuro del partido de manera más directa", ha explicado Gómez a los medios sobre su intervención en el cónclave. "El PSOE tiene que ser punta de lanza en la profundización de la democracia".

Los estatutos del partido prevén primarias solo para la elección de candidatos electorales, pero no del secretario general. Para este caso, la elección es a través de delegados, elegidos por los militantes primero en asambleas locales y luego en comités regionales. Por eso, Gómez ha defendido también que se modificaran los estatutos y ha recordado la reciente reforma de la Constitución -"en 15 días"- para justificar que ninguna norma es inamovible.

Hay que respetar las reglas de juego" JOSÉ MARÍA BARREDA

Sin embargo, el secretario general de los socialistas madrileños solo ha tenido un leve apoyo en el Partido Socialista de Cataluña (PSC). El diputado Daniel Fernández ha argumentado que el congreso de febrero tiene que celebrarse en medio de la "radicalidad democrática", en la que se escuche a la militancia. "El domingo pasado [por el 20-N] hablaron los ciudadanos, ahora deben hablar los afiliados", ha puntualizado.

En cambio, una tras otra la mayoría de las intervenciones del resto de dirigentes ha ido en sentido contrario. De puertas adentro, el propio presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ha rebatido que el proceso de elección ya es suficientemente democrático. Además, han hecho declaraciones públicas otros dirigentes en el mismo sentido. El presidente de Andalucía, José Antonio Griñán, ha insistido en que se van a producir unas "elecciones lilbres, abiertas y democráticas, con los candidatos que pueda haber", pero ha recalcado que estas se harán primero en las asambleas, luego en los comités regionales y, por último, en el comité federal.

También el secretario general de el de Castilla y León, Óscar López, o el de Castilla-La Mancha, José María Barreda, han abundado en la misma tesis. El primero para puntualizar que los militantes "ya participan" en el proceso. "Los congresos del PSOE son democráticos y más desde que el secretario general es Zapatero", ha argumentado.

Barreda ha intervenido ante los medios para recordar que "hay que respetar las reglas de juego" y que, por lo tanto, que los estatutos vigentes ya señalan cómo se elige al secretario general. Barreda ha explicado que, si se quisiera cambiar el procedimiento, podría decidirse en el próximo congreso, pero que no podrían aplicarse en ese cónclave, sino en el siguiente. "Hay un margen para hacer las cosas de manera más participativa", ha agregado. "Extender al máximo el número de delegados".

Se refería Barreda a que el reglamento interno del PSOE recoge que el número de delegados puede oscilar entre 500 y 2.000. Sin embargo, su propuesta tampoco ha sido aprobada por el partido, que ha decidido enviar 970 delegados al congreso de febrero, la mitad entre esos dos topes.

La propuesta ha sido aprobada por unanimidad, según el PSOE. Gómez no ha podido votar en contra porque estaba ausente en el momento de la votación, pero toda la delegación de Madrid ha votado a favor.

Otra propuesta que ha dejado solo al que la ha puesto sobre la mesa es la que ha hecho José Antonio Barrio de Penagos, de la corriente Izquierda Socialista, el único que ha reclamado en público que el nuevo proyecto del PSOE no esté encabezado por Alfredo Pérez Rubalcaba, hasta ahora candidato del partido a la presidencia.