El PP araña tres escaños al PSOE

El PP amarró ayer una sólida mayoría absoluta en su feudo de Castilla y León, donde obtuvo el 55% de los votos y 21 de los 32 escaños, tres más que en 2008. Los conservadores, que gobiernan en la región desde 24 años, se erigieron como la fuerza más respaldada en todas las provincias con el 99,75% de las papeletas escrutadas.

El tsunami popular fue posible gracias al desplome del PSOE, que se desfondó hasta su nivel de 2000. Atenazado por el efecto desgaste de la crisis, los socialistas perdieron tres diputados respecto a 2008 (pasaron de 14 a once) y asistieron a un contundente hundimiento territorial. El PSOE se dejó en las urnas sus diputados en Burgos, León y Salamanca, pero conservó conservó sus escaños en Ávila y Soria, que estuvieron en la cuerda floja hasta bien avanzado el recuento.

Izquierda Unida, que aspiraba a capitalizar del voto de castigo al PSOE, vio frustrado su sueño de arañarle a los mayoritarios un diputado por Valladolid. Mientras que una emergente UPyD, que captó el 6,2% de los votos, se reveló como tercera en discordia, aunque no tendrá representación.

Los resultados del 20-N revelan a Castilla y León como uno de los graneros de referencia del PP, junto a la Comunidad Valenciana, Murcia o Madrid. Los conservadores regionales recuperaron ayer el fuelle perdido en 2008 (18 diputados) y 2004 (19). Su respaldo entonces nunca bajó del 50%. El PSOE regional, que había recuperado tímidamente músculo en la última década —obtuvo 14 diputados en 2004 y 2008— se enfrentó anoche a un hundimiento histórico. Las llamadas a la economía productiva, realizadas durante la campaña por la cabeza de lista del PSOE al Congreso, Soraya Rodríguez, no calaron. Tampoco la presencia como cabeza de lista por León del portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso.