Garzón recusa a otro magistrado de los que le juzgará por las escuchas Gürtel

El juez Baltasar Garzón ha recusado al juez Manuel Marchena, magistrado añadido al tribunal que debe juzgarle el próximo día 29 por las escuchas Gürtel, por haber instruido contra él la causa de los patrocinios del Banco de Santander en dos cursos impartidos por Garzón en Nueva York.

El defensor de Garzón para el caso de las escuchas Gürtel, Francisco Baena Bocanegra, señala que el Supremo instruyendo “prácticamente en paralelo y al mismo tiempo” tres causas especiales contra Garzón, y Marchena ha actuado en dos de ellas, como instructor en el caso de los cursos de Nueva York, y como magistrado ponente de la abstención del juez Perfecto Andrés para juzgar el caso Gürtel –que fue rechazada con cuatro votos en contra—y ahora ha sido designado para formar parte del tribunal que juzgará las escuchas Gürtel el día 29.

El escrito de la defensa de Garzón aprecia falta de imparcialidad objetiva en el magistrado Manuel Marchena, al igual que en los magistrados ya recusados, el presidente de la Sala Penal, Juan Saavedra, el ponente, José Manuel Maza y los jueces José Ramón Soriano, Julián Sánchez Melgar y Perfecto Andrés Ibáñez.

En concreto, la defensa se queja de que Marchena ha actuado por partida doble en el caso de las escuchas Gürtel, como ponente de la abstención del juez Perfecto Andrés y como magistrado designado para formar parte del tribunal que juzgará a Garzón por esas escuchas.

“Si ya es un caso extraordinario, al menos en la historia judicial española, que ante un mismo Tribunal se sigan al mismo tiempo simultáneamente –y no sucesivamente- tres causas contra el mismo aforado por el mismo delito de prevaricación, no menos extraordinario se ofrece que un mismo juez y respecto de esas tres mismas causas, pueda ser instructor de una de ellas y al mismo tiempo, simultáneamente, de forma coetánea, forme parte del tribunal que ha de enjuiciar al mismo aforado en otra de dichas causas”, señala el abogado Baena Bocanegra.

La defensa se pregunta si puede sostenerse “sin margen a dudas y recelos” que quien viene “instruyendo una causa, investigando y practicando diligencias de indiscutible signo incriminatorio” contra Garzón, al sentarse en un tribunal que simultáneamente le va a juzgar también por delito de prevaricación no va a ver afectada su imparcialidad. Según la defensa, dicha imparcialidad puede verse afectada “por prejuicios derivados de su investigación como instructor, en la que viene adoptando valoraciones decisiones incriminatorias”.

El abogado considera justificados que su defendido “albergue el lógico temor” ante el juez que protagoniza el doble papel de investigar una causa y al mismo tiempo juzgar en otra, porque puede no estar “exento de prevenciones y prejuicios derivados de la instrucción”.

La “excepcionalidad del supuesto” le lleva a plantear una interpretación “amplia e integradora” del artículo 219.11 de la ley de Enjuiciamiento Criminal, que somete a la Sala Especial del artículo 61 para que esta analice si un juez que investiga una causa puede ser el mismo que simultánea y coetáneamente juzga a la misma persona en otro proceso y si dicha circunstancia es suficiente para juzgar los recelos y aprehensiones del acusado.