Alcaldesa, no nos grite
El PSOE presenta un ruego a la alcaldesa de Cádiz que deje de gritar en los plenos municipales
“Pedimos que desconecte o baje el volumen de su micrófono porque está dañando la salud auditiva que todos los presentes”. El PSOE de Cádiz dirigió ayer este ruego a la alcaldesa Teófila Martínez (PP) en el último turno del pleno municipal del Ayuntamiento gaditano. Es el colofón a meses de denuncias por las formas utilizadas por la regidora para responder a las críticas de la oposición y mantener el control de los debates locales. El ruego no fue bien acogido ni en la bancada popular ni en el sillón presidencial. "Con este tono, que es el que tengo y no pienso cambiar, daré por concluida la sesión", zanjó Martínez para acabar el pleno.
La de ayer fue una sesión "tranquila", según reconocieron todos los partidos con representación municipal. El pleno tuvo ocho horas de duración (empezó a las 9:30 y terminó cerca de las 18:00). Ha llegado a durar más de diez. Tampoco hubo grandes enfrentamientos entre los partidos como se han vivido en recientes convocatorias, cuando se han repartido descalificativos o los concejales de la oposición han abandonado la sesión contrariados por la actitud de la alcaldesa. PSOE e IU llevan meses criticando el fondo y la forma de estos plenos. "No se cumple el reglamento. No hay juego democrático puesto que se alargan sin necesidad alguna", critica el portavoz de IU, Sebastián Terrada. Él propuso en verano cambiar el formato de los plenos, hacer respetar los tiempos de palabra y ceñir las mociones a asuntos estrictamente locales. Tuvo nulo éxito. "A Teófila Martínez es la que menos le interesa que se respeten los tiempos porque ella es la primera que los incumple". Cada intervención debería durar un máximo de diez minutos pero las de la alcaldesa pueden prolongarse hasta los 30 minutos.
Es un tono fuera de contexto e innecesario. Teniendo en cuenta su mayoría absoluta para aplicar el rodillo no hace falta avasallar
Cada moción en Cádiz puede ser defendida por el partido que la presenta, luego hay un turno de respuesta y otro más de aclaración y réplica. La oposición se queja de que sus mociones son contestadas por el concejal del PP del área sobre el que trata la moción pero cuya intervención la alcaldesa, casi siempre, suele rematar con un discurso más prolongado. A eso se le añade el volumen usado por Martínez. "Creemos que su micrófono tiene un nivel más alto que el de resto de concejales, lo que sumado a su tono natural de grito, produce una intensidad insufrible e insoportable", se queja la portavoz del PSOE, Marta Meléndez. "Es un tono fuera de contexto e innecesario. Teniendo en cuenta su mayoría absoluta (17 concejales frente a los 10 de la oposición) para aplicar el rodillo no hace falta avasallar. Hasta en la calle se escuchan sus momentos de frenesí".
Las críticas por su volumen de voz no sentaron bien a la alcaldesa que, durante varias de sus continuas intervenciones en el pleno de ayer, hizo alusión al ruego que se iba a presentar al final de la sesión. "Si tengo que chillar para decir que la Junta va a recortar en políticas sociales, lo haré", gritó. En la clausura de la sesión, tras más de ocho horas de debate, tuvo que escuchar la lectura del ruego del PSOE. "Somos representantes legítimos del pueblo. Su actitud es ridícula y dice mucho de su comportamiento sectario y su falta de respeto al reglamento orgánico del Ayuntamiento", le espetó la portavoz socialistas. El ruego no fue respondido directamente por Martínez pero aprovechó su despedida para fijar una promesa. "Este tono es el que tengo y no pienso cambiarlo". Los socialistas anunciaron que repetirán esta iniciativa en cada sesión plenaria hasta que cambie la actitud de la alcaldesa.
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