El corredor ferroviario mediterráneo garantiza la conexión con Algeciras
Francia estará unida a Almería en 2020 y a la localidad gaditana en 2030
El corredor ferroviario mediterráneo será una red prioritaria para la Unión Europea y podrá obtener, para su ejecución, de un 10% a un 30% de subvenciones comunitarias, según fuentes del Parlamento Europeo que han tenido acceso al documento definitivo. La Comisión Europea (CE) hará pública su decisión el próximo 19 de octubre, cuando presente su nuevo mapa de redes de transporte transeuropeas. Este eje se barajó como prioritario en 2003 pero la falta entonces de presión política y social hizo que decayera.
La Comisión Europea admite el trazado íntegro del corredor, es decir, los 1.300 kilómetros que paralelos al Mediterráneo separan la frontera francesa de la localidad gaditana de Algeciras. Antes del verano, según las mismas fuentes, este trazado solo estaba garantizado hasta Valencia en los mapas comunitarios.
El corredor —de pasajeros y mercancías— reconoce conexiones con los puertos mediterráneos que muevan más de 25 millones de toneladas al año de mercancías, con lo que quedan dentro las instalaciones portuarias de Barcelona, Valencia, Cartagena y Algeciras.
El pasado martes, el ministro de Fomento, José Blanco, casi aseguró en un acto celebrado en Valencia, ante centenares de empresarios y políticos, que la CE haría suyo este corredor, en el que el Gobierno español ha invertido desde 2004 cerca de 10.000 millones de euros. Según Blanco, a finales de 2012 estarán en servicio unos 500 kilómetros, es decir un tercio del corredor. Valencia, por ejemplo, estará conectada con la frontera francesa a través de este corredor en 2016. “Con ello estamos blindando este eje de transportes”, enfatizó el ministro, respondiendo a los que le exigen desde hace meses que concrete presupuesto y plazos.
Enfado de Aragón
La convicción manifestada por Blanco enfadó a la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, del PP, que acusó a Fomento de apostar por el corredor mediterráneo en perjuicio del corredor central y de la Travesía Central del Pirineo (TCP), declarados prioritarios por Bruselas hace años y que enlaza la frontera francesa con Algeciras, pero a través de Madrid y Aragón. Rudi expresó su temor a que la inclusión del nuevo corredor mediterráneo arrebate inversiones al central. Y es que el proyecto de túnel o TCP que conecta este corredor con Francia está previsto desde 2005 pero hasta la fecha solo se han hecho informes previos valorados en 7,5 millones de euros.
El corredor mediterráneo que recogerá Bruselas es, en esencia, el trazado presentado por el Ministerio de Fomento en el estudio técnico que presentó el pasado mes de marzo en Barcelona. Según el documento, esta infraestructura absorberá una inversión de 51.300 millones de euros. En 2020 debería estar listo el tramo entre la frontera francesa y Almería y en 2030 el trozo restante, el que enlaza Almería con Algeciras. En esta fase, Fomento reconoce un problema técnico, debido a la complicada orografía, entre Almería y Málaga.
El trazado de Fomento no ha gustado en Alicante porque el corredor de mercancías se desvía por La Encina y deja fuera de los grandes ejes ferroviarios comarcas como L’Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla.
El eurodiputado de CiU Ramón Tremosa adelantó hace unos días a través de su Twitter que la Comisión apoyará la opción mediterránea en detrimento del eje central. El eurodiputado aseguró que una colega había visto los mapas definitivos. Se creó un auténtico revuelo y la Comisión Europea replicó que hasta el día 19 no revelará los mapas definitivos.
20 reuniones y mucha presión
En 2003 pocos pedían con convicción la inclusión del corredor mediterráneo entre los ejes de transportes prioritarios para la Unión Europea. Entonces había presupuesto pero faltó presión civil y política. El Gobierno español, liderado por el PP, primó otros corredores e infraestructuras, como el central o el tren de alta velocidad a Valladolid. Ahora, los agentes económicos y políticos defensores de la eurorregión mediterránea han aprendido de los errores del pasado y llevan meses movilizándose a favor de un corredor ferroviario de pasajeros y mercancías, en ancho europeo, y paralelo al litoral este español.
El ministro de Fomento, José Blanco, al que empresarios y políticos valencianos le han recriminado que no presionase lo suficiente ante Bruselas a favor de este eje, explicaba esta semana a modo de justificación las más de 20 reuniones que ha mantenido relativas a este corredor. Y no solo él. El ministro también ha sentido la presión desde multitud de foros. El primero, el lobby europeo Ferrmed, cuyo secretario general, Joan Amorós, alertó antes del verano de que el corredor estaba de nuevo en peligro tras asegurar que quedaba reducido a un ramal del corredor central que se cortaba en algún punto de Alicante. En una cumbre celebrada en Murcia, el lobby urgió a empresarios y Gobiernos autonómicos a presionar.
Después de vacaciones no ha cesado la presión. En Castellón se reunieron alcaldes del Mediterráneo para apoyar el corredor. También se vieron las caras con este mismo propósito los presidentes de las autonomías afectadas y el 10 de octubre, el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, junto a otros presidentes regionales participó en un almuerzo con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, para dejar patente su empeño.
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