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EL ACENTO
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un centenario al Senado

En caso de ser elegido, Moisès Broggi no tomará posesión del escaño, en favor de su suplente

MARCOS BALFAGÓN

Tenía un año cuando en Barcelona ardían las iglesias y se ejecutaba a anarquistas en la Semana Trágica. Moisès Broggi, de 103 años, se acostumbró desde la infancia al estrépito de los desgarros sociales y de su manifestación: los disparos. Ya de joven y durante la Guerra Civil, tuvo la ocasión de paliar sus efectos en primera línea, como jefe de cirugía de las Brigadas Internacionales.

Su vida es una síntesis de las catástrofes y éxitos del intenso siglo XX. Tras una brillante hoja de servicios, se ha puesto al servicio de la causa independentista catalana. Pero con prudencia. Ayer, el único candidato al Senado por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) confirmó su intención de que, en caso de ser elegido, no tomará posesión del escaño, en favor de su suplente. Era una decisión lógica para una Cámara desdibujada, que no acaba de ser foro territorial. ¿Constituye un fraude a la ciudadanía que se presente un candidato al Senado que si es elegido no tomará posesión del cargo? La respuesta es sí.

La presencia testimonial de personalidades en las listas cerradas al Congreso tiene cierto sentido

Broggi aseguró ayer en declaraciones a Catalunya Ràdio que lo ha hecho por pura amistad con el cabeza de lista de ERC el próximo 20-N, Alfred Bosch. Si a los 30 o 40 años es un suplicio someterse semanalmente a la disciplina del puente aéreo o del AVE, hacerlo a los 103 años roza la perversión. Y ello, a pesar de que la etimología latina nos recuerda el maridaje entre Senado y senectud. La presencia testimonial de personalidades en las listas cerradas al Congreso tiene cierto sentido. Pero no así al Senado, donde la ciudadanía puede expresar sus preferencias con absoluta libertad y se vota a la persona. No es oportuno pues en este caso.

El sufragio no será para el hombre de brillante historial, infatigable pacifista y médico de los brigadistas, que fue declarado “adicto al glorioso Movimiento” tras un juicio sumarísimo en el que fue absuelto gracias a haber salvado —sin saberlo— la vida a la hermana del juez durante la contienda. En su lugar, si ERC salva los muebles en el Senado, tomará posesión Carme Bertral, la suplente. Sus rasgos comunes con Broggi son que es médica e independentista. El resto está por escribir.

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