50 'mossos' irrumpen en la cafetería de los juzgados para arrestar a 6 indignados
Los arrestados se habían entregado horas antes al juzgado de guardia para evitar la detención
La Ciudad de la Justicia de Barcelona ha sido escenario a primera hora de la tarde de hoy de una situación esperpéntica. Unos 50 agentes antidisturbios de los Mossos d’Esquadra han irrumpido en los juzgados para dar caza a los indignados que se habían presentado allí por la mañana, de forma voluntaria, para evitar ser detenidos por su participación en el acoso y agresión a los diputados frente al Parlamento de Cataluña, el pasado 15 de junio.
La rocambolesca historia ha comenzado a las 11.00, cuando nueve de los 22 indignados -a los que la Audiencia Nacional imputa un delito contra las instituciones del Estado- se han presentado de forma voluntaria ante el juzgado de guardia. Allí han explicado el motivo de su visita. Los indignados pretendían evitar lo que ha ocurrido con el resto de imputados, detenidos por los Mossos d’Esquadra en sus casas y lugares de trabajo. Los jóvenes han explicado al juez que sabían que estaban siendo buscados por la policía autonómica. Y han firmado un documento para pedir a la Audiencia Nacional que les autorizase para declarar en Barcelona y no tener que hacerlo en Madrid.
Hacia el mediodía, tras estampar la firma en su declaración, los indignados se han instalado en la cafetería-restaurante de la Ciudad de la Justicia de Barcelona, situada un piso por debajo del vestíbulo. Allí han permanecido un par de horas hasta que un responsable de seguridad de la policía autonómica que trabaja en el complejo judicial se ha percatado de la situación y ha decidido avisar a sus superiores.
Casi una hora más tarde, siete furgonetas de la Brigada Móvil (los antidisturbios) han llegado a toda velocidad y se han plantado frente a uno de los accesos a la Ciudad de la Justicia, junto a la Gran Vía de Barcelona, casi en el límite con L’Hospitalet de Llobregat. La cincuentena de agentes han irrumpido sin más en el recinto judicial y han pedido la documentación a una serie de personas que aguardaban los acontecimientos, entre ellos tres periodistas.
Todas esas personas han permanecido retenidas bajo un cordón policial mientras los antidisturbios bajaban a la cafetería y detenían a los indignados. “Han levantado y tirado mesas y sillas, ha sido un jaleo considerable”, ha explicado una de las personas retenidas en el vestíbulo, quien ha logrado hablar por teléfono con alguno de los indignados. Los antidisturbios han decidido llevar a los indignados al auditorio que hay junto a la cafetería (también en la planta baja) y, después, los han sacado esposados por una de las puertas laterales.
Seis de ellos han sido esposados y trasladados en las furgonetas de los Mossos d’Esquadra. Pero el esperpento no ha acabado ahí. Al poco tiempo, el juez de guardia ha entrado en escena y ha exigido, con cara de pocos amigos, que el responsable del dispositivo pasara a su despacho. El jefe de seguridad de los Mossos en la Ciudad de la Justicia y el responsable de la Brigada Móvil han entrado al despacho del juez para parlamentar. Hasta allí ha acudido también la jueza decana de Barcelona.
Mientras todo esto ocurría, la Audiencia Nacional se ha puesto en contacto con el juzgado de guardia para informarle de que debía inhibirse del asunto, ya que la detención de los indignados por el cerco al Parlamento catalán ya había sido “pactada” entre el tribunal y la policía autonómica.
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