El juez deja en libertad al rapero que hace rimas de los GRAPO

“Es increíble que se tache de criminales a gente que acaba cumpliendo 30 años de cárcel por entregar su vida entera a la lucha contra un sistema genocida”. En septiembre de 2010 el rapero leridano Pablo Hasél, nombre artístico de Pau Rivadulla, de 22 años, pronunciaba estas palabras en una entrevista concedida a la web Kaosenlared, donde también justificó expresiones en sus letras en contra de Zapatero, el PP y TVE y a favor de los GRAPO y ETA.

“Uno no puede estar a favor de la lucha armada pero, por favor, los GRAPO no han ido bombardeando hospitales y colegios como el imperio yanqui”, agregaba. Y al ser preguntado por la posibilidad de que algún día fuese detenido y llevado a la Audiencia Nacional por el contenido de sus letras, apostilló: “Si me llevan a la Audiencia Nazi-onal solo me estarán dando más voz y razón. De todas formas sigo siendo muy underground como para que eso ocurra”.

Si me llevan a la Audiencia Nazi-onal solo me estarán dando más voz y razón. De todas formas sigo siendo muy underground como para que eso ocurra”

Pero Hásel no ha resultado tan underground como pretendía. Fue detenido el pasado martes acusado de apología del terrorismo precisamente por orden de dicho tribunal. Esta detención ha desatado en las redes sociales una oleada de muestras de solidaridad y de condena, principalmente entre colectivos musicales y antisistema que consideran el arresto un atentado a la libertad de expresión. Aunque esta misma mañana el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu lo ha dejado en libertad con medidas cautelares, informaron a Europa Press fuentes fiscales.

El cantante fue conducido a media mañana en un furgón policial ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, donde ha declarado durante unos 25 minutos. El rapero entró y salió del juzgado esposado y acompañado por dos agentes de policía.

El juez Andreu, que se encuentra de guardia esta semana, ha dictado la puesta en libertad de Pablo Hasél en consonancia con la petición de la Fiscalía. Además, le ha impuesto la obligación de comparecer todos los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado más próximo a su domicilio mientras se sigue el procedimiento judicial.

Hasél, nombre artístico de Pau Rivadulla, es hijo del que fuera presidente de la extinta Unió Esportiva Lleida, Nacho Rivadulla. Vive con sus padres y está dedicado plenamente a la música. En el momento de ser detenido en la calle, sobre las diez y media de la mañana del pasado martes, se dirigía a grabar su último trabajo. Una vez esposado, los agentes de la Brigada Central de Información registraron durante tres horas el domicilio familiar, del que se llevaron material informático, libros y letras de canciones.

La detención de este cantante de hiphop, más conocido en los ambientes de izquierdas y antisistema que en los musicales, ha causado una gran sorpresa entre sus amigos y vecinos. Uno de ellos le ha definido como “un chico serio y bueno, loco por la música y comprometido por las causas sociales”.

Hasél pasaba inadvertido en su vida diaria, pero no cuando se trataba de poner letra a sus canciones, para dar voz a los que no la tienen y denunciar situaciones injustas. Algunos de sus amigos estaban seguros de que su nivel de compromiso social y político le acarrearía problemas con la justicia, como así ha sido.

Andrés Rodríguez, crítico musical del diario local La Mañana, asegura que Hasél está bien considerado y goza de “una buena reputación como músico”. A pesar de su juventud, tiene ya una docena de discos editados y es más conocido fuera que en su provincia. Solía actuar por toda España y se ha hecho famoso gracias a las redes sociales, donde están colgadas todas sus canciones. Sobre las letras de sus canciones, afirma: “El hip hop es ahora la música urbana por excelencia, que es utilizada para criticarlo todo”.