“Hay muchos valores que reivindicar. Va a ser un gran grito socialdemócrata”

El PSOE celebra desde hoy y hasta el domingo la conferencia política de la que saldrán los mimbres de su programa de Gobierno para el 20-N. En torno a una mesa, en los jardines del Museo del Traje de Madrid, se sentaron ayer los tres coordinadores de las jornadas: Óscar López, coordinador general de la conferencia; Cristina Narbona, responsable de la ponencia marco, e Inmaculada Rodríguez-Piñero, autora de la ponencia económica. El nombre de Alfredo Pérez Rubalcaba no se cae de sus bocas; el de José Luis Rodríguez Zapatero está casi ausente.

Pregunta. ¿Necesitan los socialistas un rearme ideológico en esta conferencia política? ¿En qué dirección?

Cristina Narbona. Sin duda hay que fortalecer el discurso socialista, hacerlo muy diferenciado del discurso del PP. Reforzar nuestras señas de identidad.

Óscar López. Evidentemente, hay dos modelos: los había antes de la crisis, los hay durante la crisis y los habrá después. El PP no cree en el Estado de bienestar.

P. ¿El discurso socialista hay que reforzarlo solo frente al PP o también frente a las últimas medidas del Gobierno?

Inmaculada Rodríguez-Piñero. El ciudadano debe tener muy claro que hay dos formas de entender la crisis y de salir de ella. Y la ideología está absolutamente vinculada a eso. No se puede volver a reivindicar la política que llevó a esa crisis, que es lo que está haciendo el PP.

C. N. En la conferencia no se va a hablar solo de economía sino también, mucho, de valores, y ahí hay mucho que reivindicar de los Gobiernos socialistas. No solo desde 2004 sino por supuesto mirando hacia atrás. Va a ser una ocasión para reencontrarnos con nuestro pasado reciente.

P. ¿Habrá autocrítica o reivindicación del Gobierno?

I. R.-P. En las enmiendas que estamos recibiendo a la ponencia marco se ve que todos los socialistas compartimos el camino que tiene que seguir el país: hay unanimidad en la defensa de la socialdemocracia.

C. N. Se ha hecho autocrítica: el presidente Zapatero ha reconocido ya que no se desinfló a tiempo la burbuja inmobiliaria. Los socialistas queremos aprender la lección de los errores que hayamos podido cometer. Hay que lograr una economía más diversificada y más sostenible.

Ó. L. Pero lo importante es que hay un hilo de continuidad entre los Gobiernos socialistas en este país. Creo que la conferencia va a ser un gran grito socialdemócrata. Siempre ha habido dos modelos.

I. R.-P. Es fundamental que el ciudadano vea la opción ideológica entre una visión socialdemócrata y otra neoliberal. El papel del Estado, la garantía de los servicios públicos... Lo que dice el PP no cuadra: dice que no habrá ajustes y, al mismo tiempo, que rebajará los impuestos.

P. ¿Qué es más importante para ustedes: recuperar el electorado de izquierdas que ya no vota al PSOE o ganarse al de centro que vota al PP?

C. N. Ganar la mayoría social necesaria para gobernar el país y hacer que salga de la crisis.

P. A tenor de los resultados de mayo, parece que la mayoría social está más cerca del PP.

Ó. L. La prioridad es hacer un programa serio. Esto no va de los caladeros de votos, los giros a derecha o izquierda... no, esto va de ser serio. De hacer un programa claramente socialdemócrata actualizado al momento actual.

C. N. Y la equidad en la distribución de la riqueza. Hay una demanda nítida de que contribuyan más quienes más pueden contribuir. Por eso no solo en España sino en nuestro entorno hay nuevas figuras fiscales.

P. Esa demanda de que contribuyan más quienes más tienen ¿no valía hace un año?

Ó. L. Y se aplicó.

P. El impuesto de patrimonio se ha recuperado ahora.

Ó. L. Sí, pero esto es un debate de ingresos y gastos. Desde el punto de vista del gasto, este Gobierno ha mantenido la protección al desempleo en el momento más duro de la crisis. Y en cuanto a los ingresos: quizá no lo hemos explicado bien, pero por ejemplo el Gobierno ya ha hecho reformas sobre las Sicav [sociedades de inversión], se ha introducido mayor progresividad fiscal...

I. R.-P. Claro que se han tomado medidas fiscales.

Ó. L. Y este impuesto de patrimonio no tiene nada que ver con el que había. El anterior estaba gravando a la clase media...

P. Ahora gravará a los patrimonios de más de 700.000 euros. ¿Con 600.000 euros se es clase media?

Ó. L. Bueno, desde luego antes estaban afectadas muchas más personas, antes había mucha clase media afectada.

P. ¿El PSOE va a proponer algún tipo de recorte para reducir gasto? ¿Con qué líneas rojas?

C. N. Las líneas rojas las ha señalado Rubalcaba. Lo que vamos a presentar es un plan de ahorro basado en la buena gestión. La buena gestión puede dar muchísimos recursos: por ejemplo, seleccionando bien las obras públicas que se hacen y cómo se hacen, o con la desaparición de las diputaciones... Hay muchos ámbitos donde se puede ahorrar.

P. ¿En la prestación de servicios también se puede ahorrar?

Ó. L. y C. N. [a la vez] ¡Pero sin recortar ningún derecho!

Ó. L. Es que esa es la diferencia. La sanidad, por ejemplo: es la joya de la corona. Tiene problemas de financiación, y se puede mejorar. Pero si uno apuesta por la sanidad pública tiene que decir cómo; si no lo hace, es que o va a privatizar o va a poner copago.

P. ¿Ustedes qué reformas proponen en el sistema sanitario?

C. N. En la conferencia se van a proponer iniciativas, tanto en el gasto como en el ingreso. Con la línea roja del copago y de la calidad del servicio. Es que hay opciones que son ideológicas: dónde se pone la prioridad, dónde se hace el gasto.

P. ¿La decisión del Gobierno de privatizar parte de AENA y de Loterías del Estado es ideología?

C. N. No tiene nada que ver privatizar las loterías con privatizar la sanidad. Los servicios esenciales tienen que garantizarse a todos, no solo a los que pueden pagar. Esa es la línea roja.

P. ¿Le duelen a un socialista esas privatizaciones?

Ó. L. Por supuesto que no.

C. N. No.

I. R.-P. No. Es que estamos hablando de otra cosa... Es una cuestión de derechos...

Ó. L. Exacto. Nadie tiene derecho a la lotería pública [ríen].

P. No es un derecho, pero es patrimonio del Estado que se vende...

I. R.-P. Una cosa es el patrimonio del Estado y otra un derecho de la ciudadanía. Es completamente diferente.

P. En las enmiendas que han llegado a la ponencia, ¿qué ven? ¿Hay desencanto? ¿Optimismo?

C. N. Hay ganas. Ganas de salir de una situación muy difícil. Esto no es un problema del PSOE, estamos hablando de España. Y se siente en las enmiendas ese deseo de diferenciarnos desde el punto de vista ideológico del PP.

P. ¿No se siente el peso del Gobierno?

C. N. El Gobierno está gobernando en este último tramo de la legislatura bajo una presión de los mercados muy potente, pero no interfiere de cara al futuro.

P. ¿Cuál ha sido la renuncia más dolorosa para un socialista, de las vividas en esta crisis?

I. R.-P. Las medidas de ajuste son dolorosas, pero cuando uno gobierna tiene que tomar decisiones. Nosotros queremos salir de la crisis más fortalecidos. La crisis nos ha servido para ver todas las deficiencias estructurales de este país. El problema es que cuando uno crece y todo es bonanza, uno no ve cómo se está haciendo. Creo que todos somos conscientes de que no podremos volver nunca más a la situación que generó la crisis.

P. ¿Y la reforma laboral, o la de la Constitución?

Ó. L. La gente entiende que una cosa es la política del déficit cero del PP y otra la de estabilidad presupuestaria del PSOE. Y hay algo a subrayar: este país ha reducido cinco puntos de déficit en un año sin tocar la ayuda a los parados.

P. No han vivido nada como una renuncia, entonces.

Ó. L. Es que vuelvo a la línea roja: rebajar la educación, las becas, la sanidad... eso sí habría sido una renuncia para el PSOE. Hay medidas que evidentemente cuesta más tomar: congelar las pensiones. Pero veníamos de subirlas el doble de lo que marca la ley.

C. N. ¿Cómo nos van a gustar algunas medidas? No nos gustan, pero porque...

I. R.-P. Porque no nos gusta la crisis.

C. N. Tenemos un objetivo: salir de la crisis reforzados.