Tensiones sí, pero no muebles rotos

La elaboración de las candidaturas siempre ha creado tensión en el PSOE ya sea en momentos electorales muy buenos o buenos, en los regulares y en los malos, como es el caso según todos los sondeos. Salvo en el caso de Cádiz y la inclusión de Rosa Aguilar en Córdoba, las propuestas de las personas que integrarán las listas al Congreso y el Senado en las ocho circunscripciones andaluzas para las elecciones del 20 noviembre no han dejado un rastro de muebles rotos por el camino, aunque sí tensiones. La dirección regional considera que “en líneas generales” en el proceso de elaboración de las listas ha habido “bastante normalidad”, en palabras de su secretaria de Organización, Susana Díaz.

La ejecutiva del PSOE andaluz no es la que tiene la última palabra en este proceso, sino la comisión federal de listas y en última instancias el comité federal que se celebrará el próximo 8 de octubre. Eso no significa que no tenga nada que decir. El pleno de la ejecutiva de los socialistas que se celebra hoy tiene previsto informar de las candidaturas aprobadas por los comités provinciales, un trámite en el que la mayor duda radica en si hará caso a las impugnaciones anunciadas por un sector crítico en Cádiz. Susana Díaz se escudó ayer en que a la sede regional de San Vicente no había llegado ningún escrito en este sentido para sortear una opinión. Las alegaciones se presentarán hoy antes de que la reunión de la ejecutiva comience a las cuatro y media de la tarde. Esgrimen contra el procedimiento, irregularidades en el sistema de votación y falta de consenso previo.

La lista al Congreso está encabezada por el vicepresidente segundo del Gobierno y expresidente de la Junta, Manuel Chaves, seguido de la jerezana Mamen Sánchez. Pero lo que los críticos cuestionan es la inclusión del secretario provincial, Francisco González Cabaña, en el puesto número tres. Esta lista fue aprobada por el 80% de la ejecutiva provincial y por aclamación en el comité, en el que una quincena de opositores a Cabaña no participó en la votación.

Aunque hasta hoy no se sabrá qué decisión va a tomar, el mayor pero de la dirección regional a la candidatura al Congreso por Cádiz es que Cabaña es también alcalde de Benalup y pretende que este decida ya con qué puesto se queda, como también lo ha hecho la número tres de la lista por Sevilla y alcaldesa de Albaida del Aljarafe, Soledad Cabezón, quien renunciará a la alcaldía en un pleno que aún no tiene fecha.

Aunque legalmente no existe ninguna incompatibilidad, de sobra es conocida la posición del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, contrario a que se simultaneen ambos puestos en la Cámara baja, no así en el Senado, donde figuran varios aspirantes que son alcaldes. Los socialistas andaluces, además, han propuesto cambiar la ley Electoral andaluza para declarar incompatible en el Parlamento autónomo los cargos de diputado y alcalde.

Cabaña no tiene ninguna prisa en decidirse, entre otras cosas, porque entiende que no será candidato hasta que lo aprueba el comité federal de listas el próximo 8 de octubre. Y los tiempos y las directrices que va a cumplir son los que le marquen la dirección federal del PSOE.

Una vez que la candidatura reciba el visto bueno de Ferraz Cabaña preguntará “qué es lo que tiene que hacer” y cumplirá con los deseos de Rubalcaba, es decir, renunciará, pero no con los de la ejecutiva regional de adelantar los plazos para dejar la alcaldía. Cabaña, según otras fuentes, mantendría su acta de concejal.

En el fondo lo que hay es un nuevo tirón entre la dirección andaluza y la ejecutiva provincial. Estos roces se vienen produciendo desde que Griñán y su equipo se hicieron (sin ningún voto en contra) con las riendas del PSOE de Andalucía, en el que la agrupación de Cádiz no ha encontrado su sitio desde la salida de Manuel Chaves El episodio más duro se vivió con la dimisión como consejero de Luis Pizarro, quien durante 14 años dirigió el PSOE. Pizarro es el director de la campaña electoral en Cádiz.