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Petición de un referéndum sobre la reforma constitucional

Cándido Méndez: "No lo podemos tragar"

Intelectuales, representantes universitarios y sindicalistas firman un manifiesto por la iniciativa

Protesta en Santander a favor de la convocatoria de un referendum
Protesta en Santander a favor de la convocatoria de un referendumEUROPA PRESS

El déficit no es el problema cardinal: en tiempos de crisis, el endeudamiento del Estado sirve precisamente para salir de la crisis. Y ello porque reanuda la actividad económica, estimula el consumo y ataja el paro, es decir, reduce los efectos sociales de la crisis, los más graves de todos. Por ello, introducir el déficit presupuestario en un texto constitucional, por exigencia de los mercados, sin consultar a la ciudadanía, y reformar una Constitución como la española que ha regulado la convivencia en paz entre los españoles desde 1978 es una medida “innecesaria e inadecuada”, que no saciará nunca la sed de los mercados y espoleará el conflicto social.

Estas son algunas de las reflexiones debatidas ayer e insertas en un manifiesto suscrito por varios miles de intelectuales y profesionales de la cultura, la universidad y las artes en demanda de un referéndum ciudadano con la que invocan el derecho democrático a ser consultados sobre un asunto de tanto alcance político. Un acto a favor de una consulta ciudadana contra el cambio de la Constitución –recientemente consensuado por el PSOE y el PP- tuvo anoche por escenario el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con presencia de numerosos público. Las gestiones políticas y sindicales desplegadas para conseguir el referéndum no prosperaron al no obtenerse más de 11 senadores que suscriban la petición de consulta, número inferior al legalmente exigido, según explicaron los convocantes.

El acto, en el que intervinieron Carlos Berzosa, ex Rector Magnífico de la Universidad Complutense, y el también catedrático Antonio García Santesmases, de Izquierda Socialista, fue organizado por las Fundaciones Largo Caballero y Primero de Mayo, vinculadas respectivamente a la Unión General de Trabajadores y a Comisiones Obreras, cuyos secretarios generales, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, realizaron también sendas intervenciones.

Meter la tijera en elementos sensibles

Toxo pidió que “Santa Lucía conserve la vista a José Luis Rodríguez Zapatero”, en referencia a una frase del presidente del Gobierno según el cual, la reforma constitucional propuesta hacía “innecesario” el referéndum. “Que no se confíe porque, al final, la gente que padece la crisis recupera siempre el espacio público que le corresponde”. El líder sindical anunció que “la crisis va para largo”; destacó que la “manera de realizar la reforma constitucional es, en este caso, tan importante como el fondo” y la tildó de “asalto a la Constitución “, para remarcar luego que, “inmediatamente después de conocerse el propósito gubernamental de aplicarla sin consulta, algunas Comunidades autónomas (del PP) han aprovechado de la situación de consenso aparente” popular-socialista para “hacer recortes y meter la tijera en elementos tan sensibles para todos como a educación, la sanidad y los servicios sociales”. El dirigente de Comisiones Obreras alertó sobre “la desaparición de las personas como sujetos de la política en el lenguaje político al uso” y denunció su desalojo y sustitución por protagonistas mercantiles, abstractos. Arremetió luego contra “los intentos de los mercados por debilitar el euro”, calificó la situación española de “democracia intervenida” y anunció que “es tiempo de rebelarse, para poner a las personas en el lugar que les corresponde y defender el Estado social”.

En defensa de la Constitución
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Cándido Méndez, líder de UGT, definió la convocatoria del evento de ayer como “un acto de defensa de la Constitución, cuyo eje de gravedad ha cambiado”, a su juicio, en un sentido escorado que ha oscilado entre un primigenio sentido social y de equilibrio, hacia un postulados de ideologizado neoliberalismo. Méndez denunció “el incumplimiento de los Acuerdos de Maastrich en cuanto concierne al Estado social por parte de los actuales Gobiernos de Francia y Alemania”. Y añadió: “Todo cuanto concierne a la crisis en Europa tiene por finalidad salvar a los bancos franceses y, sobre todo, a los diez principales bancos alemanes, unos y otros entrampados en Grecia”.

Más adelante, el dirigente sindical dijo que las víctimas de estas medidas de ajuste y recortes “van a ser las clases medias, que son las clases trabajadoras”. Y agregó : “Esto no lo podemos tragar”. Poco después recordó que “ya en los años 80, los españoles tuvimos que dedicar el 12% del Producto Interior Bruto del país para sanear los mercados financieros”. Del mismo modo Méndez acusó a los políticos de “haber renunciado a su capacidad de intervenir y decidir en política, para convertirse en meros intermediarios entre el pueblo y el capital”. Y concluyó: “Los sindicatos intervenimos, somos pues una amenaza creíble y por todo ello venimos sufriendo acoso desde el año 2002”. El líder de UGT propuso “un suelo mínimo de gasto social” para equilibrar la presunta minimización del déficit público propuesta en la reforma planteada por el Gobierno y consensuada por el Partido Popular.

Por su parte, el economista Carlos Berzosa en relación a la gestión de la crisis, cuya responsabilidad atribuyó a “la dictadura de los mercados”, subrayó: “Somos muchos, no solo los jóvenes, quienes estamos indignados ante tanto desatino”. Citando a un alto dirigente del Fondo Monetario Internacional, Blanchard, el ex Rector madrileño resaltó que “incluso tan alto ejecutivo considera que el eje de la crisis no es el déficit público, el endeudamiento del Estado, sino más bien el paro y el descenso de la actividad económica”, para criticar la insistencia de los políticos neoliberales en culpar al déficit de todo lo sucedido. “Está probado que los ricos cuanto más dinero tienen más lo llevan a los paraísos fiscales y menos invierten en crear riqueza”, ironizó, con citas a los renombrados economistas progresistas Krugman y Stiglitz. Berzosa cuestionó la satanización del déficit por parte del neoliberalismo y argumentó que el gasto estatal corrige los efectos más dañinos de la crisis sobre los trabajadores.

El catedrático de Historia de la Filosofía, Antonio García Santesmases, se mostró partidario de recuperar para la izquierda “el relato de su propia historia” que considera hoy casi perdido, con el propósito de recobrar la eficacia de la lucha y propuso recuperar asimismo las gestas “de sus propios héroes”. Se preguntó si “con el integrismo y el neoliberalismo vigentes hoy en España hubiera sido posible redactar la Constitución de 1978”, para responder implícitamente que hubiera resultado del todo imposible.

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