El 60 % de los catalanes sabe escribir en catalán y el 95%, en castellano

El informe que resume las actuaciones de la Generalitat en política lingüística le ha venido como anillo al dedo al Gobierno catalán para argumentar su ofensiva para justificar la inmersión del catalán en la escuela. Tras el auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que obliga a reintroducir en dos meses el castellano también como lengua vehicular en la enseñanza -la decisión está a la espera del recurso de la Generalitat-, el Ejecutivo catalán se ha volcado en la defensa de un sistema educativo que considera de éxito.

El consejero de Cultura, Ferran Mascarell, se ha pertrechado esta mañana con los últimos datos de uso y conocimiento de la lengua catalana y castellana para valorar el modelo catalán. El castellano tiene mayor presencia que el catalán en todos los ámbitos. El 99% de los catalanes entienden el castellano, frente al 95% que comprenden el catalán. La diferencia crece en otros indicadores: el 99% habla el castellano, por el 78% del catalán. Similar distancia se produce en la lectura: 97% frente al 81%. La mayor desigualdad se da en la escritura: el 95% de los catalanes sabe escribir en castellano, frente al 60% que domina la escritura en catalán.

Los datos, de 2008, pertenecen al Sondeo de Usos Lingüísticos de la Población, que se repetirá en 2012. Mascarell ha ofrecido una cifra más: la población de entre 15 y 24 años, escolarizada completamente en catalán, es la que tiene un mayor conocimiento de la lengua en todos los indicadores. "Esto indica que la política de inmersión hace muy bien su trabajo", ha dicho el consejero de Cultura, que ha avanzado que su prioridad en los próximos años será avanzar en la calidad del catalán.

"Seguimos progresando. Por poco que hagamos bien las cosas, lograremos el reconocimiento que debemos lograr", ha confiado Mascarell, que criticó al Gobierno por su "escasa predisposición respecto a la lengua catalana". El consejero ha recordado al Ejecutivo que su obligación, "recogida en el artículo 3 de la Constitución", es proteger todas las lenguas del Estado. "No se puede afirmar que sea eficiente en su cometido", ha reprochado. En 2010, el balance del trato que el Gobierno ha dado al catalán es negativo, según la Generalitat, en un año marcado por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto y del Tribunal Supremo contra la inmersión lingüística. Respecto a las leyes, fue un año prolífico al haber elecciones autonómicas en noviembre.

El Gobierno actual está ahora desarrollando los reglamentos que fijarán las sanciones, por ejemplo, que completarán la Ley del Cine. Mascarell no ha querido dar pistas: "Se producirán novedades. Queda por cerrar el reglamento y todas sus derivadas, así como los acuerdos con los productores y distribuidores que nos permitan incrementar sustancialmente las películas en catalán". El consejero fue ambiguo al defender las sanciones lingüísticas, que el reglamento de la Ley del Cine debe desarrollar y que ya se producen en otros ámbitos, como en el consumo: "Trabajamos por el consenso. Y si no es posible, para eso están las sanciones". En 2010, la Generalitat impuso 205 multas a comerciantes por no rotular en catalán.