Millán-Astray, deshonrado oficialmente
El Ayuntamiento da por revocados todos los honores a Millán-Astray hasta que se pronuncie el Tribunal Superior
Todos los honores concedidos por el Ayuntamiento coruñés al general José Millán-Astray (A Coruña, 1879-Madrid, 1954) están plena y legalmente revocados. El militar golpista amigo y activo colaborador de Franco ya no es ni hijo predilecto de la ciudad, ni la enorme estatua de cuerpo entero que estuvo casi 30 años, hasta 2010, presidiendo una pequeña aunque céntrica plaza que llevaba su nombre volverá de momento a levantarse. Nadie pidió la ejecución de la sentencia que, en primera instancia, anula la supresión del titulo de hijo predilecto que la corporación local le había concedido en 1922 en su calidad de fundador de la Legión.
”Sigue vigente”, según el alcalde, Carlos Negreira (PP), el acuerdo plenario adoptado en septiembre de 2009 que suprimió todos esos honores, junto a otro medio centenar de símbolos de la dictadura que siguen luciendo calles y edificios de A Coruña. Por mucho que haya ese fallo judicial y otro anterior, contradictorio dado que avala la decisión municipal de retirar las distinciones concedidas a Millán-Astray. El equipo de gobierno de Negreira insiste en “dar por zanjado este asunto”. Y no moverá ficha hasta que se pronuncie el Tribunal Superior de Justicia de Galicia sobre los recursos presentados por la asociación de veteranos de la Legión y la hija del militar contra esas dos sentencias, diferentes pese a ser de juzgados de la misma instancia, los número uno y tres de lo Contencioso-administrativo.
Ante la viva polémica que suscitó su decisión de que el Ayuntamiento, en defensa de su autonomía y potestad, no recurra el fallo judicial que anula en parte la supresión de honores, Negreira se defiende con reproches contra la oposición “por preocuparse por el pasado en vez de buscar soluciones a los problemas actuales de los coruñeses”. “Hay gente que se empeña en vivir en el siglo XIX”, se lamenta.
Pero el alcalde defiende la “coherencia clara y rotunda” del PP coruñés en este asunto, tanto cuando estaba en la oposición como ahora, desde el 11 de junio, al frente del gobierno municipal. “Nos guste más o menos, siempre actuamos de acuerdo con las decisiones que adoptó al respeto la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento”, afirma Carlos Negreira. El PP coruñés, en la oposición, no apoyó el proceso para la supresión, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, de la simbología franquista en las vías y edificios públicos de A Coruña. Pero se abstuvo en el pleno que adoptó ese acuerdo. Y votó a favor, recordó el ahora regidor, cuando en marzo y abril de 2010 el Ayuntamiento decidió personarse ante los tribunales para defenderse de los recursos presentados contra esas supresiones.
El regidor defendió con ahínco el nuevo director de la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento frente a la polvareda que se originó al descubrirse que había una primera sentencia que avalaba la supresión de todos los honores a Millán-Astray. Fue notificada al Ayuntamiento el 2 de mayo, pero el anterior gobierno bipartito no lo hizo público. Ni informó de que un mes más tarde, 10 días antes de tomar Negreira el bastón de mando, se personó ante el Tribunal Superior para defenderse del recurso presentado por los veteranos de la Legión.
Y el nuevo alcalde considera coherente que ahora no se recurra la segunda sentencia, desfavorable en parte para el Ayuntamiento, porque así lo recomienda un informe del director de los servicios jurídicos que él mismo nombró. De todas maneras, la hija de Millán-Astray sí cuestiona ese fallo y obligará a la Corporación municipal a seguir con el tema en los tribunales. La única descendiente del militar golpista acudió a la Justicia al fracasar todos sus intentos de llegar a un acuerdo con el anterior gobierno bipartito coruñés para trasladar la estatua de su padre a un cuartel militar. Desde su retirada de las calles de A Coruña, el mamotreto en bronce de tres metros de alto sigue durmiendo en una caja en los almacenes municipales.
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