El 15-M decide manifestarse mañana contra la reforma constitucional
Los indignados “veteranos” que habían acampado en el Paseo del Prado, desalojados por la policía La marcha coincidirá con la manifestación convocada por la Coordinadora de Pueblos y Barrios en Lucha
La reforma constitucional ha permitido al Movimiento 15-M recuperar su poder de convocatoria, aunque en su segundo intento de este martes. Unas 1.000 personas han celebrado una asamblea en la Puerta del Sol con solo dos puntos en el orden del día: la posición del movimiento ante la manifestación convocada por diversas organizaciones para mañana jueves, 1 de septiembre, y en la que se reivindica la convocatoria de un referéndum sobre la reforma del artículo 135 de la Constitución, y las acciones que puede adoptar para el próximo viernes, el día en el que el Congreso de los diputados votará la modificación. Sobre el primero de los puntos se ha alcanzado consenso: el movimiento 15-M se manifestará mañana. La marcha partirá de Atocha a las siete de la tarde y tendrá un lema propio: "No a esta reforma de la Constitución. Abajo el orden de los mercados y del capital".
Si los indignados apenas llegaron al centenar en la protesta celebrada bajo el sol del mediodía ante el Congreso de los diputados, por la tarde, ya en la plaza constituida en emblema del movimiento, han demostrado ser muchos más. Alrededor de un millar de personas se han reunido en la céntrica plaza madrileña para hacer aquello que vienen haciendo desde hace más de tres meses: debatir y adoptar una postura ante lo que ellos consideran unas decisiones políticas erróneas, injustas y basadas únicamente en la “dictadura del mercado”. “Que no nos roben”, podía leerse en algunas de sus pancartas.
La última de estas decisiones (“otra más”, se insistía en la asamblea) consiste en limitar el déficit público por mandato constitucional, y fue tomada en consideración por la mañana en el Congreso de los diputados. Frente a ella, la Asamblea de Sol se ha esforzado en ofrecer “unidad”. Unidad para “no dar imagen de separación”, porque hoy, ha insistido uno de los oradores, “PP y PSOE no la dieron”. Existe acuerdo en desaprobar la medida, pero no tanto en la forma de expresarlo. El debate ha girado, por eso, en torno al posible apoyo del movimiento 15-M a la manifestación ya convocada por la Coordinadora de Pueblos y Barrios en Lucha, apoyada por diversas organizaciones y movimientos sociales y siete partidos minoritarios, que se celebrará el próximo jueves 1 de septiembre bajo el lema “Contra esta reforma de la Constitución: ¡Referéndum vinculante!”. La convocatoria se ha fijado a las siete y su itinerario previsto discurre entre Atocha y la plaza de Neptuno, a pocos metros del Congreso de los Diputados.
Pese a las llamadas al acuerdo, varios disensos han dificultado enormemente el consenso final, hasta el punto de desesperar a algunos participantes. "Hoy se ha dado un golpe de Estado: ¿Nos vamos a manifestar en grupos diferentes? ¡Hombre, no me jodas!", se ha quejado una de las participantes en la asamblea. Finalmente, y tras algunos momentos de tensión ("¡Esto es surrealista!", se ha escuchado), la inmensa mayoría del movimiento 15-M ha acordado salir de Atocha y dirigirse al Congreso de los diputados el jueves 1 de septiembre a las siete. La manifestación coincidirá, por tanto, en tiempo y recorrido, con la ya convocada, pero discurrirá con lema propio. Será "No a esta reforma de la Constitución. Abajo el orden de los mercados y el capital". Al llegar a la plaza de Neptuno, muy cerca ya del Congreso, los indignados celebrarán una nueva asamblea, donde decidirán qué hacer a partir de entonces.
La Coordinadora de Barrios y Pueblos, convocante también de la manifestación celebrada el pasado 17 de julio, se ha esforzado por desvincularse de cualquier movimiento partidista y ha llamado a la unidad de acción de los diversos grupos, organizaciones y movimientos sociales de izquierdas contra la reforma propuesta. “No se llevarán banderas ni símbolos”, insistía una de sus representantes, llamando a la Asamblea del 15-M a “asumir la responsabilidad para sacar a la gente de Madrid a la calle”. Su llamamiento a la unidad ha despertado los aplausos, silenciosos como siempre, de los concentrados en Sol.
Breve acampada de veteranos
En un principio las manifestaciones, ya sean unitarias o no, iban a contar, como en el 15-M, con el apoyo de una acampada. Los veteranos y veteranas del movimiento, personas mayores de 60 años, decidieron tras la asamblea que iban a permanecer hasta el próximo viernes en el Paseo del Prado. Una imagen de tiendas de campaña que recordaba a las del 15 de mayo, pero que duró poco.
Los seis veteranos, cuatro hombres y dos mujeres, que acamparon poco después de acabar la asamblea en la Puerta del Sol, han desmontado el campamento esta misma madrugada, siguiendo una orden policial, según han informado a EFE. El promotor de la acampada, Lázaro Sola, de 70 años, y miembro de la Asamblea del madrileño barrio de Alcorcón, ha asegurado que un gran número de agentes de policía municipal y nacional, muchos de ellos con indumentaria antidisturbios, les rodearon y les conminaron a levantar el campamento para que los trabajadores del servicio municipal de limpieza pudieran hacer su trabajo en el lugar.
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