“Mucho poder genera corruptelas”
“Los indignados no consiguen nada en las plazas de los ayuntamientos, solo ensuciar”
El 22-M supuso un tsunami en el mapa electoral. Los socialistas perdían poder municipal y autonómico. Vigo, con 300.000 habitantes, se convertía en la mayor ciudad en manos del PSOE. El PP, por el contrario, arrasó donde gobernaba y logró hacerlo donde tradicionalmente estaba en la oposición. Es el caso de Elche, la tercera ciudad más poblada de la Comunidad Valenciana, con una potente industria zapatera exportadora. Tras 32 años de gobierno municipal socialista, pasó a manos del PP, que dispone de mayoría absoluta. Ni los escándalos de corrupción, que han obligado al expresidente autonómico Francisco Camps a marcharse, han supuesto un desgaste para el PP valenciano.
La nueva alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso (Granada, 1964), abogada, defiende la alternancia política. “Si uno no lo hace bien deben entrar otros. Un partido con 32 años de gobierno es un régimen, mucho poder genera corruptelas”, dice en referencia a los socialistas que han dirigido la ciudad durante
tres décadas. Aunque el PP gobierna desde 1995 en la Comunidad Valenciana y se ha visto implicado en diversos escándalos de corrupción, Alonso echa balones fuera. Asegura que tan importante es “un Gobierno fuerte como una oposición constructiva”, y arremete contra los socialistas valencianos: “Ni son fuertes, ni están unidos, ni representan nuestros intereses”.
La alcaldesa, que encarna la nueva generación de mujeres del PP con mando y plaza como María Dolores de Cospedal, habla con gran respeto y admiración del expresidente de la Generalitat, que dimitió el pasado julio por el escándalo de los trajes de la red Gürtel. “Ha sido un magnífico presidente y una mejor persona, honrada. Pero no tuvo ni un día en paz. Le persiguieron por obtener unos magníficos resultados electorales”, sostiene.
La alcaldesa prefiere hablar de las claves de su éxito electoral en Elche. “El PP ganó porque planteó soluciones a los problemas de la gente y huyó de los grandes fastos”. Para la regidora, “la mejor política social es un puesto de trabajo, porque la gente quiere poder dar de comer a sus hijos y tener una buena educación, sanidad, seguridad y limpieza de las calles”.
Elche, con 230.822 habitantes y una elevada dependencia de la industria, tiene una alta tasa de paro que afecta a 36.000 familias. Aunque admite que la capacidad para generar trabajo por parte de los Ayuntamientos es limitada, Alonso considera que la administración local debe “crear los mimbres para que los empresarios generen empleo”. “El dinero debe estar en los bolsillos de la gente y no de las Administraciones”, añade.
La alcaldesa, madre de tres hijos, ha ejercido de abogada con su despacho propio, labor que compatibilizó con la política desde que en 1991 fue concejal. Ahora, desde la satisfacción de tener la alcaldía tras décadas en la oposición, presume de que “al PP en Elche le votaron todos: jóvenes, mayores, mujeres, hombres, empresarios o comerciantes. Avalaron el cambio”, dice. Está convencida de que Mariano Rajoy será el próximo inquilino de La Moncloa. “El cambio es un clamor a gritos. La gente no perdonará que Zapatero se quiera ir y no se vaya. Nadie en tan poco tiempo ha hecho tanto daño como Zapatero, y Rubalcaba es su cómplice”, afirma.
Pese a la euforia de la alcaldesa, en la ciudad de Elche los socialistas han gobernado durante más de tres décadas y el PP ha estado inmerso en una espiral de divisiones y broncas internas. “La gente castiga la falta de unidad, ¿si uno no puede gobernar su casa cómo gobernará a los demás?” se plantea.
Nada más llegar, la regidora adoptó decisiones polémicas, como retirar a un jardín el nombre de Pasionaria y dedicar una avenida a Vicente Quiles, el último alcalde franquista. Respecto a las protestas de los indignados y el movimiento 15-M, considera que sus reivindicaciones iniciales eran “justas y legítimas”. Cree que, ahora que hay partidos que están “alentando” el 15-M, “si alguien tiene una reclamación, que se afilie a un partido, y, si no, que concurra a unas elecciones porque eso da legitimidad. No consiguen nada en las plazas de los Ayuntamientos, solo ensuciar”.
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