Benedicto XVI llama a los jóvenes a "estar cerca de los menos favorecidos"

El Papa ha pedido esta tarde a los jóvenes "estar cerca de los menos favorecidos", al término de su recorrido por las imágenes del víacrucis dispuestas en el paseo de Recoletos. "No paséis de largo ante el sufrimiento humano", les ha dicho en la plaza de Cibeles. "Dios os espera para que entreguéis lo mejor de vosotros mismos: vuestra capacidad de amar y de compadecer". Benedicto XVI ha aprovechado las escenas del víacrucis para llamar a los jóvenes "acoger estas lecciones y llevarlas a la práctica". "Sufrir con el otro, por los otros, sufrir por amor de la verdad y de la justicia", son, ha dicho el Papa, "elementos fundamentales de la humanidad". "La cruz no fue el desenlace de un fracaso, sino el modo de expresar la entrega amorosa que llega hasta la donación más inmensa de la propia vida".

El paseo de Recoletos se ha convertido hoy en un inmenso museo de arte que el Papa ha visitado en un recorrido desde la Plaza de Colón a Cibeles. Con el Descendimiento de la cruz, de Caravaggio, prestado por el Vaticano al Museo del Prado desde el 22 de julio, las cofradías españolas devuelven el favor, y reciben a Benedicto XVI con varias de las obras más valoradas por los aficionados al arte sacro instaladas en pleno recorrido papal. A las 19.40 ha comenzado el paseo de Benedicto XVI por el viacrucis, que excepcionalmente conforman 15 escenas del camino de Jesucristo hasta la cruz. Desde La Última Cena, una obra datada en 1763 y prestada por la cofradía Jesús Nazareno de Murcia hasta La Soledad de la Virgen (La Virgen de Regla, 1675 ca.), procedente de Sevilla. Después, a partir de la una de la madrugada, las calles de Madrid fueron el escenario de unas procesiones insólitas para la capital de España.

El viacrucis, el camino de Cristo hasta la cruz, consta normalmente de 14 escenas, desde la condena a muerte de Jesús hasta su colocación en el sepulcro. Hoy esas escenas son la cuarta y la penúltima. Antes de pasar por La sentencia a muerte de la cofradía Jesús de Medinaceli de Madrid (1625 ca.), el Papa pasará por La Última Cena, por El Beso de Judas (1963, Málaga) y por Las Negaciones de San Pedro (Orihuela, Alicante, 1958). Después, siete escenas más hasta la muerte de Cristo: Jesús cargado con la Cruz (Madrid, 1942), Jesús cae bajo el peso de la Cruz (Úbeda, Jaén, 1942), El cireneo ayuda a Cristo a llevar la Cruz (León, 1630, ca.), La Verónica enjuga el rostro de Jesús (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1957), Jesús despojado de sus vestiduras (Granada, 1986), Jesús clavado en la Cruz (Zamora, 1885), y Jesús muere en la Cruz (de la cofradía del Cristo de la Buena Muerte, Málaga, 1942). Hasta el sepulcro, aún dos escenas más, El descendimiento (Cuenca, 1945) y Jesús en brazos de su madre (Valladolid, 1625). Y tras El cadáver de Jesús en el sepulcro, la última escena, La Soledad de la Virgen (Sevilla, 1675 ca.). Un recorrido excepcional, porque se sale de la ortodoxia del víacrucis, y porque transformará el paseo de Recoletos en un escenario plagado de iconografía católica traída de todos los puntos de España.

La instalación de los 15 pasos de Semana Santa que presiden las estaciones del viacrucis comenzó anoche. El Cristo de la Buena Muerte no había salido nunca de Málaga. Desde ayer aguarda en el paseo de Recoletos. Tras la bendición papal, que se producirá a partir de las 20.45, los pasos marcharán en procesión hasta la Puerta del Sol. La salida está prevista a la una de la madrugada. 250 porteadores transportarán el Beso de Judas, la escena de la cofradía Jesús del Prendimiento de Málaga, la que requiere mayor presencia de cofrades. Todas las escenas confluirán en Sol y, desde allí, se separarán para dirigirse al lugar donde pasarán la noche. A partir de mañana, cada escena volverá a su punto de partida, Málaga, Sevilla, León, Granada, Zamora o Cuenca.