Rubalcaba aboga por mantener las Diputaciones pero recortar mil cargos
El candidato socialista asegura que con la reforma se ahorrarían 1.000 millones de euros
El debate sobre si ha llegado el momento de adelgazar la Administración española, con sus sucesivos estratos, y recortar por ahí gasto público, se ha instalado en la precampaña de estas elecciones de la crisis. Y en la primera diana está el papel de las 38 Diputaciones Provinciales. El candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, matizó ayer que no pretende suprimirlas, sino “reconsiderar y transformar” sus funciones para ahorrar “1.000 millones de euros y 1.000 cargos políticos”. No dio más detalles. Tampoco los da el PP, que aboga por un “debate riguroso y profundo” del actual modelo administrativo, para evitar duplicidades, pero no acaba de proponer su alternativa.
Las 38 Diputaciones Provinciales de régimen común (todas menos las vascas, navarra e insulares) son un organismo intermedio entre Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, presentes en todas las regiones excepto las uniprovinciales. Manejan un presupuesto anual de 6.000 millones.
Alfredo Pérez Rubalcaba dio ayer en Vigo otra vuelta a su propuesta para revisar el futuro de estas instituciones. No dijo ni cuántas ni cuáles ni cómo, pero sí calculó que meter la tijera supondría un ahorro de 1.000 millones y de 1.000 cargos. “Si tenemos que discutir dónde cortamos, entre quitar maestros o médicos y quitar diputados provinciales, prefiero los diputados”, afirmó en un encuentro con colectivos vecinales. “Ha llegado el momento de transformarlas”, insistió el candidato. En su opinión, las Diputaciones son estructuras del siglo XIX que en la Transición fueron respetadas “para coordinar servicios”, pero que con el desarrollo de los Ayuntamientos “han quedado en territorio de nadie”.
Lo dijo en Galicia, donde el PSOE ya solo preside una de las cuatro Diputaciones provinciales, la de Lugo. Los populares han respondido estos días a la propuesta del exministro asegurando que el PSOE arremete ahora contra las Diputaciones porque tras las elecciones del 22 de mayo ya solo gobierna en una decena.
El responsable de Comunicación del PP, Esteban González Pons, insistió ayer en que las diputaciones “son la última garantía de muchos pequeños municipios”. Suprimirlas supondría “fundar un nuevo centralismo regional” y dejar a esos pueblos en el “abandono”, dijo en la Cadena SER. “Tenemos tres veces más Administración de la que necesitamos”, admitió Pons, que abogó por revisar el “conjunto” de las Administraciones. Aunque no precisó de dónde recortaría él.
Sin embargo, en un documento aprobado por el PP el pasado 18 de julio y titulado Por unos gobiernos provinciales e insulares de futuro, los populares abogan, al igual que los socialistas, por “reformular el papel institucional y competencial” de las diputaciones, para “modernizarlas y desprenderlas de características impropias” que acaban duplicándose con las de las comunidades.
“No nos planteamos suprimir las Diputaciones, entre otras cosas porque sería jurídicamente difícil: están amparadas por la Constitución”, explica Juan Manuel Moreno, responsable de Política Municipal del PP. Según él, si esos organismos desaparecieran, los 15 millones de personas que viven en municipios de menos de 2.000 habitantes verían recortados sus servicios porque “sus Ayuntamientos no tienen medios y los gobiernos autónomos, en regiones grandes y de población dispersa, no llegan a todos los rincones”.
“No sobran”
Dentro del PSOE la propuesta de Rubalcaba ha sido mayoritariamente respaldada, aunque el presidente andaluz, José Antonio Griñán, advirtió el miércoles de que las Diputaciones son “buenos instrumentos” y el presidente de la Diputación de Badajoz, el socialista Valentín Cortés, se mostró “en contra” de su “desaparición”.
Fernando Rodríguez Villalobos, presidente de la Diputación de Sevilla, también del PSOE, fue más tajante ayer. “¿Y qué pasa con los 1.900 trabajadores de la Diputación? ¿Los echo a la calle o los asumiría la Junta de Andalucía?”, se preguntó, informa Manuel Planelles. “Las Diputaciones no solo no sobran, sino que son imprescindibles”, zanjó. En su opinión, es positivo debatir sobre la adaptación de estas instituciones —y eso, aseguró, es lo único que ha planteado Rubalcaba—, pero no es viable eliminarlas: “¿Cada uno de los 105 Ayuntamientos de Sevilla debería gestionar sus tributos? ¿Tienen que existir 105 parques de bomberos? ¿Tiene que haber 105 empresas de recogidas de residuos?”.
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