Griñán alza la voz en solitario contra la idea de suprimir las Diputaciones
El PSOE salva de su plan las instituciones de País Vasco, Canarias y Baleares
La propuesta de Alfredo Pérez Rubalcaba de suprimir las 38 diputaciones provinciales ha creado dos corrientes de opinión opuestas en su propio partido. Una la forman los ministros del Gobierno y la mayoría de mandatarios socialistas. La otra, en solitario, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán.
El dirigente andaluz defendió ayer el papel de estos organismos porque sirven para ofrecer servicios a aquellos municipios que no pueden acceder a ellos por sus propios medios. Suavizó su oposición matizando que quizá deban cambiar “alguna” de sus actuales funciones. Y reconoció: “Es verdad que la Diputación debe ser una gran mancomunidad, o un Ayuntamiento de Ayuntamientos, como se ha definido alguna vez”. Luego insistió en posponer el debate sobre si “es solo eso o debe ser más o menos” hasta la conferencia política del PSOE, en septiembre. Tres de las ocho diputaciones que controlan los socialistas en toda España son andaluzas.
A Griñán lo apoyó su consejero de Gobernación, Francisco Menacho, que se mostró partidario “a ultranza” de las diputaciones, “se llamen como se llamen”. Eso sí, abogó por regular sus competencias, como se hizo con la aprobación de la Ley de Autonomía Local de Andalucía.
A la idea de Rubalcaba se sumó una larga lista de socialistas. El ministro de Fomento, José Blanco, declaró que estas son instituciones del siglo XIX cuyas funciones podrían ser gestionadas por órganos mancomunados, Ayuntamientos o comunidades autónomas. Eso sí, preguntado por si la propuesta incluiría al País Vasco, explicó que “por supuesto” no afectaría a las diputaciones forales, con más competencias que las diputaciones. De la medida también quedarían excluidos los Cabildos Insulares de Canarias y los consells insulars de Baleares, según el PSOE. De acuerdo se ha mostrado también el líder del PSC en el Parlamento catalán, Joaquim Nadal, que recordó que esta es una vieja reivindicación de su partido que hasta el momento nadie ha atendido.
El PP está en contra sin fisuras. La presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal, también la apoya a pesar de que ha eliminado organismos públicos alegando que no hay que duplicar competencias. Su consejero de Presidencia, Jesús Labrador, las ha defendido “porque están reconocidas en el artículo 141 de la Constitución” y ha acusado a Rubalcaba de desconocer la idiosincrasia de Toledo, de la que el candidato fue de número uno en las listas al Congreso. En la provincia, según Labrador, hay muchos municipios pequeños a los que la Diputación ayuda. El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, reflexionó sobre el pasado. Aseguró que “existe un error histórico” porque las autonomías debían haber utilizado las diputaciones como delegaciones provinciales en lugar de recurrir a su propio personal.
Con información de Ivanna Vallespín, Eva Sáiz y Fernando J. Pérez
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