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Casi la mitad de los rumanos residentes en España necesitará permiso de trabajo

La restricción no afecta a los dados de alta en la Seguridad Social y en paro

Eva Saiz

La reimplantación del permiso de trabajo a los nacionales rumanos, que el miércoles autorizó la Comisión Europea, implica que los ciudadanos de Rumanía que pretendan venir a trabajar a España por cuenta ajena deberán tramitar una autorización previa basada en la existencia de un contrato laboral. La medida no afectará a los rumanos que residan ya en España y puedan acreditar que están inscritos en el paro o dados de alta en la Seguridad Social, explican en el Ministerio de Trabajo.

En España residen 861.584 rumanos, según datos del Instituto Nacional de Estadística —es la colonia extranjera más numerosa—, de los que 302.501 cotizan a la Seguridad Social y 191.400 están inscritos en el paro —el segundo mayor grupo de desempleados tras los españoles—. La restricción, por tanto, afecta a 367.683 rumanos que viven en España, además de a los que quieran venir a trabajar en territorio nacional. Trabajo aclara que la decisión solo limita el acceso al empleo, pero no acota el derecho a la libre circulación, por lo que un rumano sin permiso de trabajo puede viajar y residir libremente en España.

Desde los sindicatos UGT y CC OO ya se ha alertado de que esta medida puede fomentar la economía sumergida. En CC OO sostienen que “al poder residir libremente en territorio español se les va a condicionar su capacidad para trabajar de forma legal”, lo que “puede suponer un repunte del empleo no declarado”. Nuria Manzano, secretaria de Igualdad de UGT Madrid, entiende que “si solo se limita la libre circulación laboral pero no la física” se avocará a los rumanos que carezcan de permiso de trabajo a ocuparse de manera clandestina. Una idea que comparte la Federación de asociaciones rumanas en España. Su presidente, Miguel Fonda, opina que en lugar de exigir permiso de trabajo a los rumanos “se debería estimular a los empresarios que no quieren contratar trabajadores por la vía legal”.

La nueva regulación —adoptada en Consejo de Ministros el pasado 22 de julio— ya se está haciendo notar. De cara a la próxima campaña de la vendimia, son muchos los rumanos que se han apresurado a agilizar los trámites para obtener el permiso de trabajo y poder emplearse en el campo.

Aunque los trámites para la autorización administrativa corresponden al Ministerio de Trabajo, en comunidades como Extremadura o La Rioja han puesto en marcha mecanismos para informar a los empresarios sobre las gestiones y documentos que deben tener en cuenta a la hora de contratar.

“¿Por qué a nosotros sí, y no a otros comunitarios?”

La decisión de la Comisión Europea de avalar la restricción española a los trabajadores rumanos no ha sido bien recibida por las asociaciones de rumanos en España. Diana Dinu, presidenta de la Asociación Nacional de los Empresarios y Emprendedores Extranjeros, lamenta la actitud de Bruselas porque, dice, se toma a los rumanos como “un peligro” para el mercado laboral español. “Nos responsabiliza y culpabiliza del paro”, protesta.

Miguel Fonda, presidente de la Federación de Asociaciones Rumanas en España, considera que “el planteamiento de la medida es poco equitativo” y se pregunta por qué se adopta solo contra los rumanos y no contra los búlgaros —cuya moratoria de restricción de derechos laborales, como la de Rumanía, también fue levantada por el Ministerio de Trabajo en 2009 y no ha sido revocada— u otros comunitarios. Cree, además, que la restricción no contribuirá a aliviar la situación laboral. “Con una tasa de paro del 20%, España ya no es atractiva para quien decida emigrar de Rumanía”.

La restricción solo estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2012. Bruselas se decantó por admitirla atendiendo a la grave situación económica que atraviesa España, si bien para el comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, László Andor, la medida “no es la respuesta a un desempleo elevado”. Según la Comisión, “la continua llegada de rumanos y su alto nivel de desempleo han tenido un impacto en la capacidad de España de absorber nuevos flujos de trabajadores”.

Aunque en los últimos años se ha reducido el número de rumanos que llega a España, sigue siendo el colectivo que más crece. En 2010, en plena recesión, su población aumentó en 33.043 personas, mientras que la cifra total de extranjeros se redujo en 17.000. Desde 2006, fecha en la que se inició el cómputo de la población rumana en España, se ha cuadruplicado su número.

Con una tasa del 30%, son el colectivo más afectado por el paro. De los 191.400 rumanos en situación de desempleo, 50.000 cobran el subsidio.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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