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El 15-M denuncia que "el régimen, cada día más nervioso, golpea a la ciudadanía"

Miembros del Movimiento aseguran que la lucha va más allá de recuperar el punto de información "Si nos roban sistemáticamente no vamos a quedarnos ni quietos ni quietas", afirma Pablo Padilla

Cerca de un millar de indignados que se concentraban frente a la sede en Madrid del ministerio del Interior fueron disueltos a la fuerza por la policía.
Cerca de un millar de indignados que se concentraban frente a la sede en Madrid del ministerio del Interior fueron disueltos a la fuerza por la policía. LUCA PIERGIOVANNI (EFE)

El Movimiento 15-M no ha cambiado su forma pacífica de protestar, según afirman sus miembros. Uno de ellos, Pablo Padilla, asegura que, ya sea "por la prima de riesgo, las intervenciones de Trichet o la visita del Papa", "el régimen se pone cada día más nervioso y empieza a golpear a la ciudadanía". En la misma línea ahonda Jon Aguirre Such, que subraya que "el cambio está en la actitud de la policía". Según su lectura de los hechos de anoche, cuando las fuerzas de seguridad cargaron contra quienes se manifestaban ante el Ministerio de Interior, después de "días de estar ahí aguantando el tirón estoicamente, se han cansado y están mostrando su verdadera cara arremetiendo contra la sociedad civil de manera violenta".

Padilla, miembro de la plataforma Juventud sin Futuro, ha considerado "curioso" que se acuse al Movimiento de virar en su forma de protestar, en una entrevista en cadena SER. "La idea que se ha mantenido estos días es la de intentar recuperar el punto de información de Sol (InfoSol), que consideramos que es algo básico en un proceso de cambio", ha resaltado. Sol es un símbolo para el 15-M, el "lugar donde poder recoger las ideas de la ciudadanía, que muchas veces han estado silenciadas porque los mercados hacen mucho más ruido". Sol representa, según Aguirre Such (de Democracia Real Ya), "el cambio en la concepción de entender la política, la idea de que ya no se va a poder gobernar sin tener en cuenta los intereses de la ciudadanía".

Desde que hace cuatro días se desalojara ese lugar emblemático para el 15-M, las movilizaciones y las protestas se han sucedido. Al bloqueo policial de una de las plazas más transitadas de España, el Movimiento se ha movilizado sumando la paralización del tráfico en las principales arterias de la ciudad, como el Paseo de la Castellana o la Gran Vía, lo que para muchos significa otra forma de violencia. Padilla reconoce que el bloqueo de calles puede "entrar en el derecho a la libre circulación o el acceso a una parte de la ciudadanía", pero denuncia que "parece que hay un acuerdo tácito en no plantear la vulneración de derechos que supone inyectar dinero público a la banca, recortar dinero en educación o en sanidad".

"Es increíble como las instituciones políticas al servicio de la élite económica toman Sol, y a nosotros y a nosotras se nos criminaliza por tomar la ciudad. Lo que está claro es que si nos roban sistemáticamente no vamos a quedarnos ni quietos ni quietas", advierte Padilla.

Aguirre Such reivindica el uso del espacio público para "visibilizar" la protesta del Movimiento, que reclama derechos "que cada vez se están recortando más y que tanto sudor, lágrimas y sangre ha costado, generación tras generación". "Nosotros tenemos nuestros canales, nuestras herramientas, para presionar e impulsar los cambios que creemos necesarios, y uno de ellos es la movilización y la visibilización a través del espacio público", explica, y asegura que el 15-M "no está negando el derecho al acceso al espacio público de la ciudadanía que no está participando en el Movimiento".

Más allá del Papa e InfoSol

El 15-M no terminará de protestar cuando recupere el espacio para su punto de información, ni con la próxima visita del Papa. Su objetivo es más a largo plazo, según el indignado e integrante de Democracia Real Ya. "Esto se acabará cuando consigamos de nuevo una soberanía popular, cuando los mercados no primen sobre la ciudadanía, y cuando la clase política esté al servicio de las grandes materias sociales y no de esa minoría que cada vez tiene más privilegios", advierte Aguirre Such.

Sobre la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud y la próxima visita de Benedicto XVI, Padilla critica que prime sobre "la ciudadanía, no solo desalojando Sol, sino financiando de forma absolutamente desorbitada la visita". "La visita del Papa parece la visita de un jefe de Estado, pero nosotros denunciamos los beneficios fiscales con los que van a contar las grandes empresas que apoyan esta visita, como el Banco Santander y otros a los que nosotros señalamos como responsables de la crisis", añade Aguirre Such. 

"Tenemos que seguir con la movilización porque es la vía que tiene la sociedad civil para presionar y para conseguir nuestros objetivos y recuperar nuestros derechos", insiste Padilla.

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